En casi todos los ámbitos, tanto sociales como profesionales, el uso de los teléfonos inteligentes o smartphones, tabletas y otros dispositivos es uno de los temas más controvertidos.
Hasta hace relativamente poco tiempo el uso de teléfonos móviles en determinados lugares y/o situaciones no causaba polémicas.
Simplemente era considerado inadmisible en lugares como por ejemplo en la escuela, en el ámbito laboral, en cualquier situación de tipo social, en reuniones familiares, etc.
Pero hoy en día esto ha cambiado drásticamente al grado que incluso tabletas y teléfonos inteligentes ¡son importantes herramientas de uso médico! Y lo mismo sucede en muchas otras áreas de tipo profesional.
Por supuesto todo es una continua evolución, de manera que cambios y adaptaciones no se deben únicamente a que las costumbres se hayan relajado sino que se van dando variaciones y/o adaptaciones, tanto en los dispositivos como en aplicaciones, y como consecuencia también las costumbres se modifican.
La interrogante de si estos dispositivos verdaderamente son herramientas o meros obstáculos disfrazados respecto a la atención de los pacientes continúa causando polémicas.
Todas estas herramientas de comunicación ofrecen ventajas y facilidades que viendo las cosas de diferentes puntos de vista, lejos de ser inconvenientes se han convertido en importantes aliados, en este caso, de investigadores, médicos, pacientes y demás personas relacionadas con la atención y el cuidado de la salud.
Diversos estudios realizados en diferentes partes del mundo reflejan que el número de personas que utilizan teléfonos inteligentes, y otros dispositivos con aplicaciones relacionadas con la salud, va día a día en significativo aumento.
Además, los profesionales del ramo de la salud generalmente emplean teléfonos móviles y otros dispositivos mediante los cuales tienen acceso a información vía internet, comunicación con colegas, aplicaciones relacionadas con su profesión y especialidad y muchas otras herramientas útiles para el mejor desempeño de su labor.
Por otro lado diversas empresas especializadas en informática y comunicación realizan esfuerzos redoblados para desarrollar sistemas, programas, aplicaciones, etc., que de alguna manera contribuyan al enriquecimiento de técnicas de investigación, monitoreo de pacientes, transferencia de conocimientos, y toda clase de adelantos que puedan ofrecer algún tipo de beneficio en la lucha por una mejor salud de la población.
Por qué los teléfonos inteligentes pueden considerarse como importantes herramientas de uso médico
Algunos médicos consideran que si los teléfonos inteligentes se usan en forma adecuada pueden resultar de gran ayuda en muy diversas circunstancias.
La información recabada mediante algunas aplicaciones del teléfono inteligente resultan altamente confiables, además por lo regular la transferencia de datos se realiza en tiempo real por lo que la información está siempre al día para ser debidamente procesada.
Todas estas aplicaciones están siendo desarrolladas por serias y prestigiosas firmas internacionales de telefonía y cómputo en conjunto con laboratorios e instituciones especializadas en investigación científica y médica, lo que en sí constituye una garantía para los usuarios.
Lo que se busca con ello es que los pacientes puedan llevar un cierto monitoreo, sobre todo en casos como diabetes, hipertensión y algunos otros padecimientos.
Esto deja claro que pueden llegar a ser muy útiles tanto para pacientes como para sus médicos de cabecera, e incluso para tener un historial más completo y actualizado en casos de emergencia.
Un factor muy importante para el uso de teléfonos inteligentes como herramientas de uso médico es la parte formativa/informativa ya que mediante ellos es posible incluso en plena cirugía entablar diálogo profesional con otros especialistas, lo cual puede ser un muy útil recurso tanto para el cirujano como para quienes observan el procedimiento desde fuera, ya sean estudiantes o médicos.
Contras para el uso de teléfonos inteligentes
Como hemos podido ver, las razones por las cuales son importantes los teléfonos inteligentes como una herramienta médica más son muchas. Pero también existe una gran cantidad de especialistas que se oponen rotundamente a su uso durante el trabajo.
Entre los argumentos con mayor peso que se ofrecen destacan el que un teléfono celular es un riesgo potencial, un vector de infecciones y enfermedades para el que queda descartada cualquier técnica de desinfección o esterilización.
Por otro lado es absolutamente comprensible que una de las principales posturas en contra del uso de teléfonos inteligentes como herramienta médica se base en el hecho de que los médicos pueden distraerse de atender a sus pacientes como debe ser, por el uso del dispositivo.
Esto en realidad es cierto, y hay quienes argumentan que hasta la persona más habilidosa puede tener un segundo de distracción que en determinadas circunstancias puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente, o en todo caso originar algún tipo de daño irreparable aunque no sea fatal.
Una gran verdad es que cualquiera que sea la ocupación de una persona, está sujeta a distracciones y consecuentemente a cometer errores.
La magnitud de las consecuencias que estos errores puedan desencadenar depende de las circunstancias en que se den.
Y antes que prohibir o autorizar dispositivos, cada persona debe ser plenamente consciente de que una distracción suya puede dañar la integridad de otras personas.
Una vez comprendido esto es cuestión de responsabilidad el que bajo ninguna circunstancia, prohibido o no, se haga uso indebido del teléfono móvil mientras se esté trabajando.