Mucho se habla del “quirófano del futuro”, de las salas de cirugía híbridas y de muchos otros adelantos tanto científicos como tecnológicos que todavía hace unos pocos años nos parecían conceptos extraídos de relatos de ciencia ficción.
Actualmente el uso de impresoras 3D en cirugía es uno de los más grandes avances, que han permitido realizar intervenciones que anteriormente eran impensables o de las que no se podían esperar tan buenos resultados y tan rápidamente como los que se obtienen en la actualidad.
Resulta de lo más sorprendente el hecho de que una impresora que hace poquísimos años se utilizaba para “imprimir” juguetes caseros y objetos divertidos, hoy en día permite la impresión de tejidos que son réplicas de la piel de los pacientes, de sus huesos, e incluso de sus órganos vitales.
Contar con dichas réplicas resulta de gran ayuda para los cirujanos e investigadores ya que esto les permite planear y diseñar mejor mejor los diferentes procedimientos a realizar.
Ventajas de la utilización de una impresora 3D en la sala de cirugía
Es verdaderamente sorprendente la forma en que las impresoras 3D ganan terreno en muchas áreas y muy especialmente dentro del campo de la medicina, en donde es cada vez más notoria la forma en que los diferentes especialistas sacan el mejor partido de todos y cada uno de los avances tecnológicos que llegan a su alcance.
Las impresoras 3D ofrecen grandes ventajas, tanto para el estudio de lesiones y/o enfermedades, como para la planeación y desarrollo de tratamientos, implantes, curaciones, cirugías, y otros procedimientos.
Mediante las impresoras 3D los médicos pueden realizar estudios mucho más meticulosos que con imágenes o directamente sobre el cuerpo del paciente.
Por ejemplo en el caso de algunas cirugías no es posible ver absolutamente todo en detalle ya que hay tejidos, fluidos y demás, que dificultan la visibilidad o impiden de alguna manera, apreciar con toda claridad la parte a tratar.
Por otro lado con una impresora 3d en cirugía es posible manipular y experimentar en réplicas para valorar la posible respuesta al tratamiento planeado.
En el terreno de los implantes las impresoras 3D abren un nuevo y prometedor panorama ya que mediante ellas y el empleo de algunos metales biocompatibles se hace posible la elaboración de prótesis e implantes creados específicamente para las medidas, formas, necesidades y características del cuerpo de cada paciente, y las piezas son utilizables de inmediato o en períodos mucho más cortos que los que tradicionalmente se han requerido hasta hace no mucho tiempo.
Aunque prótesis e implantes se han fabricado siempre basándose en medidas y moldes tomados directamente del cuerpo del paciente, las impresoras 3D ofrecen una mayor exactitud en formas y medidas, y consecuentemente una mayor adaptación anatómica.
Esto naturalmente se traduce tanto en mayor confort para el paciente como en una mejor funcionalidad.
Cabe señalar que no todos los objetos impresos en 3D son para ser utilizados como implantes y/o prótesis sino que sirven como modelo para trabajar y diseñar las piezas definitivas, ya sean implantes, injertos, férulas, reemplazos, modelos educativos, y mucho más.
Además de metales biocompatibles existen muchos otros materiales que se utilizan en las impresoras 3D en cirugía o en otros ámbitos médicos o de cualquier otro tipo.
Impresora 3D y los tratamientos para el desgaste de vértebras cervicales
Afortunadamente se han logrado importantes avances para el tratamiento de este común padecimiento, gracias a las impresoras 3D. Con ellas es posible proveer de implantes cervicales sin necesidad de los complicados procedimientos de implante óseo.
Las piezas que se obtienen imitan casi a la perfección la estructura ósea que se va restaurar por lo que no representa problema alguno para su asimilación por parte de todos los diferentes tejidos circundantes, lo que además favorece la aceleración del proceso de restablecimiento.
Una enorme ventaja sobre los implantes de hueso es que con estos últimos, después de la cirugía, pueden surgir diversas complicaciones como por ejemplo el que los implantes tengan fracturas o desplazamientos que la única forma de corregir es con una nueva cirugía.
Todo esto, además de que facilita los diferentes tratamientos y acelera el proceso de curación reduce los costos de forma muy significativa.
Otro problema frecuente es que en los implantes óseos se presente alguna diferencia de forma o medidas, lo que ocasiona que las partes no ajusten correctamente.
Con la impresión 3D esto no ocurre pues tanto forma como medidas son exactas a las originales en el cuerpo del paciente, por lo que no existe necesidad alguna de rectificaciones.
Otra ventaja que ofrece el uso de impresiones 3D para piezas de implante es que se reduce considerablemente el tiempo que el paciente debe permanecer bajo los efectos de la anestesia.
Materiales utilizados por las impresoras 3D
Las impresoras 3D para uso médico, ya sea en quirófano, para diagnóstico, prótesis, implantes, estudios, etc., no solamente utilizan metales biocompatibles sino muchos otros materiales químicamente puros.
Entre los más utilizados destacan algunos fotopolímeros, termoplásticos.
Según los expertos la lista suma alrededor de 20 diferentes materiales entre los que existen algunos que son totalmente biodegradables.
Los materiales son fundidos por la impresora 3D mediante tecnología láser.
Cabe destacar que las impresoras 3D tienen también una gran utilidad en diversas especialidades médicas, no solamente en cirugía sino también en traumatología, odontología, y muchas otras.