El posicionamiento rápido y preciso del paciente es vital para mejorar los resultados y mantener una productividad óptima en una sala de cirugías ocupada, a medida que la gama de intervenciones quirúrgicas se ha ampliado con el aumento de popularidad de los procedimientos guiados por imágenes, se requiere que los profesionales tengan una mayor comprensión que nunca sobre el tema a tratar en este artículo.

Beneficios del posicionamiento del paciente en la sala de cirugía
Si bien es importante que las instalaciones inviertan en equipamiento para salas de cirugía en general, de igual forma lo es el invertir en modernos equipos de colocación en estos quirófanos para facilitar los procedimientos; a simple vista estos factores quizá no parezcan una buena inversión de recursos, pero sí existe un valor agregado hacia el recinto de salud que justifica la adquisición de estos implementos, los cuales serán mejor detallados más adelante.
Posicionamiento del paciente en acción
En su artículo «Riesgos y beneficios del posicionamiento del paciente durante la atención neuroquirúrgica», Rozet y Vavilala escriben que «El posicionamiento ideal del paciente implica equilibrar el confort quirúrgico contra los riesgos relacionados con la posición del paciente. Por lo tanto, la posición del paciente durante la cirugía debe considerarse durante la evaluación preoperatoria».
Dependiendo del tipo de procedimiento, el posicionamiento incorrecto tendría una serie de consecuencias negativas, incluyendo:
- Problemas respiratorios, incluyendo obstrucciones de las vías respiratorias y restricción tanto de la caja torácica como del movimiento del diafragma; esto es de especial preocupación durante los procedimientos bariátricos y cualquier otro tipo de cirugía realizada hacia la creciente población de pacientes obesos o con sobrepeso.
- Problemas circulatorios, incluyendo vasos obstruidos y flujo sanguíneo comprometido a las extremidades inferiores; durante procedimientos más largos, esto usualmente conduce a cólicos postoperatorios y dolor, así como otras complicaciones más serias como la trombosis venosa profunda.
- Úlceras de presión (escaras) y otros problemas de la piel (como la isquemia); el riesgo de úlceras de presión en pacientes sanos tiende a ser reducido en gran medida a través de un correcto posicionamiento que mantenga el peso corporal fuera de las áreas óseas.
Durante los procedimientos más largos, también es beneficioso el reposicionamiento periódico, ya sea manualmente o utilizando equipos de posicionamiento especialmente diseñados para el quirófano. - Problemas neurológicos, incluyendo daños que conduzcan a la pérdida de visión, deterioro motor u otros problemas a largo plazo; desafortunadamente, estos problemas llegan incluso a ocurrir en pocos minutos, lo que refuerza aún más la necesidad de un aumento en la educación y tecnología para facilitar el adecuado posicionamiento del paciente para la cirugía.
Cómo evitar lesiones de posicionamiento
Evidentemente, tomar medidas para evitar lesiones en este proceso debe ser una prioridad durante cualquier tipo de procedimiento en la sala de cirugía; pero,
¿Cómo se refleja eso en la práctica?
los consejos que daremos a continuación son adaptaciones de las “Normas de práctica para el posicionamiento quirúrgico” dictadas por la Asociación de Tecnólogos Quirúrgicos.
- Entender los objetivos y la importancia del posicionamiento del paciente: el posicionamiento del este en la sala de cirugía no sólo se basa en evitar lesiones graves, también se trata de mejorar su comodidad, reducir el estrés y facilitar la realización eficiente del procedimiento con una mínima cantidad de esfuerzo por parte de tu personal.
- Identificar los factores de riesgo específicos del paciente: una evaluación preoperatoria completa buscará factores específicos tanto para el paciente como para el procedimiento que puedan elevar el riesgo, entre estos factores se incluyen la edad, peso, rango de movimiento, condiciones preexistentes o discapacidades, capacidad mental, etc.
- Identificar pacientes con riesgo de úlceras por presión: las úlceras por presión son el tipo más común de lesión de posicionamiento del paciente.
Los pacientes ancianos, obesos y diabéticos, así como los fumadores y otros con mala circulación, corren mayor riesgo de desarrollar esta condición. - Identificar a los pacientes con riesgo de caídas: las caídas resultan usualmente de una asistencia y colocación incorrectas del paciente, por ello, toma precauciones especiales al tratar con pacientes que tengan un historial de lesiones de este tipo, así como otros factores potenciales como Alzheimer, mareos, problemas de visión o movilidad deficiente.
- Utilizar el tipo de equipo adecuado para el paciente y el procedimiento: las exigencias técnicas del procedimiento, así como los factores de riesgo pre-identificados, determinarán qué tipo de cama quirúrgica o implementos de colocación son los más adecuados.
- Seguir los principios de manejo ergonómico: los pacientes y el equipo para hospitales deben ser manejados de manera que se minimice el riesgo de lesiones a tu personal.
- Nunca abandonar a los pacientes en la mesa quirúrgica: estos deben ser monitoreados en todo momento por un miembro calificado del personal.
- Trabajar juntos para reducir el riesgo de lesiones: durante el procedimiento, los tecnólogos quirúrgicos involucrados en el posicionamiento del paciente siempre deben estar bajo la supervisión directa de un cirujano y un proveedor de anestesia calificado.
- Evaluar el posicionamiento antes de comenzar la intervención quirúrgica: toma nota de la alineación del cuerpo y realiza cualquier ajuste de última hora antes de que el procedimiento haya comenzado.
- Documentar con precisión el posicionamiento durante todo el procedimiento en la sala de cirugía: para fines de revisión, mantén un registro de los tipos de equipos para hospitales utilizados, cualquier condición preexistente anotada y cualquier factor de complicación encontrado durante el procedimiento.