Cuando se habla de diseño, construcción y elección de equipos para hospitales todos tienen un porqué, ninguna decisión se toma a la ligera ya que las consecuencias se verán reflejadas directamente en los pacientes y personal médico.
Los módulos de iluminación se encuentran en todas las áreas de los hospitales y se piensa que su uso es exclusivo para iluminar pero la luz también tiene otras funciones interesantes.
Anteriormente las luces negras funcionaban como un arma eficaz contra ciertas bacterias resistentes a los medicamentos comunes, pero actualmente la luz ultravioleta reemplazo su uso como una defensa en primera línea para la limpieza de habitaciones hospitalarias como germicida.
Parece ser más eficaz en la eliminación de bacterias resistentes como el Clostridium difficile, Acinetobacter y Enterococcus que antes los métodos más comunes incluyendo la limpieza manual y peróxido de hidrógeno vaporizado no lograban desaparecer.
La radiación ultravioleta de onda corta es casi invisible para el ojo humano, las investigaciones recientes confirman que este tipo de luz mata las bacterias que se encuentran comúnmente en las manijas de las puertas, mesas de noche, baños y otras superficies en las salas de hospitales.

Eficacia de la luz ultravioleta en la desinfección hospitalaria
Durante décadas este tipo de luz tenía un historial de purificación en los alimentos, el aire, residuos y la esterilización de equipos médicos. En la naturaleza el componente de longitud UV que emana el sol destruye patógenos, virus, moho, bacterias y algunos hogos, esto se hace mediante la ruptura de la membrana externa de los microbios llegando hasta el ADN, causando modificaciones significativas que impiden su reproducción y en la mayoría de los casos genera la muerte de los mismos.
Este proceso también ocurre con las lámparas UV aplicadas en hospitales, hoy en día muchas bacterias se están volviendo cada vez más resistentes a los antibióticos, lo que hace un ambiente hospitalario tenso y donde necesariamente hacen falta herramienta para desinfectar y eliminar la mayoría de patógenos.
Un estudio reciente índico que la radiación onda corta UV es capaz de eliminar los (3) gérmenes más problemáticos a nivel hospitalario mejorando así la limpieza del área de cuidados intensivos, salas de medicina general y habitaciones individuales, los agentes eliminados satisfactoriamente fueron el Clostridium difficile un disparador para infecciones intestinales graves, Acinetobacter causante de neumonía e infecciones graves del tracto urinario y VRE que infecta la sangre, heridas e infecta los catéteres.
La idea es colocar en los espacios infectados una maquina con bombillas especiales UV, específicamente en el centro de la habitación y encenderla durante un máximo de 45 minutos, los resultados que se han obtenido hasta la fecha son sorprendentes dando una diferencia de patógenos en un antes y después de hasta 90%.
Claro esta no es la única herramienta para desinfectar pero si una forma eficaz de eliminar las bacterias y patógenos que potencialmente son capaces de contaminar a los próximos pacientes que pasen por la zona, si el sol en la naturaleza con su radiación UV mata la mayoría de bacterias dañinas porque no usarlo en los hospitales de forma artificial para la misma función.
A diferencia de los productos de limpieza antimicrobianos tradicionales la luz UV desinfecta todas las superficies de la habitación que se bañan con la luz, mientras que con otros métodos manuales suelen quedar por fuera alrededor del 50% de las superficies, entre todos los espacios los baños son realmente difíciles de desinfectar.
Un dato curioso es que el color de las paredes y material con el que están elaborados los techos, suelos y objetos tienen mucho que ver con el uso de luz UV para desinfectar.
¿Por qué razón?
Estos son capaces o no de reflectar la luz contribuyendo con todo el proceso, otros factores que están de por medio son el tamaño de la habitación y su disposición, por esto la decisión de usar luz ultravioleta para eliminar las bacterias debe darse desde el proceso de diseño del hospital para saber si esta opción se adapta con las necesidades, espacio y presupuesto.
Se demostró científicamente que las paredes, puertas y equipos para hospitales elaborados en materiales oscuros son más difíciles de desinfectar con este método, estos no tienen la misma capacidad de reflexión que las tonalidades claras, todos los detalles deben tomarse en cuenta para obtener los mejores resultados.
Lo ideal es que la habitación a desinfectar con luz ultravioleta tenga un alto índice de reflexión, así el efecto será más eficaz y se reduce el tiempo de uso economizando dinero en maquinas y personal.
Por esta razón en el mercado se han desarrollado pinturas reflectantes elaboradas con óxidos inorgánicos cuyas estructuras cristalinas son transparentes a la radiación UV, actúan como prismas para hacer que la dosis de luz se incremente al doble.
La pintura estándar de látex blanco tiene entre un 3% y 7% de reflexión, mientras que la que esta elaborada con óxidos inorgánicos de recubrimiento especial abarca un 65% UV reflexivo.
Una importante desventaja de los sistemas de luz UV así como los métodos más tradicionales de vaporización con peróxido de hidrógeno es que sólo se pueden utilizar para la desinfección terminal, no para uso diario ya que las habitaciones deben vaciarse completamente y el ritmo de trabajo se paraliza por completo.
La recomendación que se hace es primero desinfectar los espacios con los métodos tradiciones y al final usar la luz ultravioleta para eliminar los patógenos restantes, su efecto es mayor cuando se utiliza para finarla la jornada de desinfección.