Todos sabemos que los hospitales son espacios estériles pero al mismo tiempo albergan cientos de microorganismos, además contienen químicos que tienen dos caras: por un lado representan la fuerza que enfrenta enfermedades, y por el otro son una amenaza inminente para la salud cuando se utilizan incorrectamente.

Exposición y efectos de químicos en entornos hospitalarios
Al terminar de leer este artículo conocerás los problemas relacionados con los químicos en hospitales, y además sabrás cuales áreas necesitan abordaje, inspección y monitoreo con respecto a la exposición química:
En áreas donde se usan gases para anestesia se requieren medios para proteger al personal, específicamente contra la exposición de gases tóxicos y sus efectos adversos, pero el verdadero problema que se plantea es el siguiente:
¿Las fugas o malos procedimientos permiten que el gas se filtre en el hospital?
La respuesta es sí, la mayor exposición proviene de los equipos para anestesia mal conectados o defectuosos, pero este problema se puede detectar con un «sniffer» que utiliza membranas extremadamente sensibles, estas se conectan a una alarma electrónica que detecta una parte por millón de estos gases detectando el problema.
Las fugas de gases pequeñas son comunes al realizar ajustes a los equipos, pero sin darnos cuenta tienen un efecto acumulativo en la salud del personal sanitario y de limpieza, para determinar estas fugas de gases se crearon unas insignias superpuestas a los uniformes del personal, en pocas palabras integran sensores y medios de recolección para saber que gases están en la atmosfera, al final del día se envían a un laboratorio, se desmontan y prueban para saber qué elementos tóxicos se encuentran en ellas.
Las insignias están disponibles para uso único (turno de 8 horas) o para estudios acumulados durante una semana o un mes, si las concentraciones químicas en las placas son demasiado altas se debe realizar una inspección y otras pruebas completas para tomar acciones preventivas.
Por otro lado las salas de operaciones deben estar presurizadas negativamente para expulsar cualquier contaminante por las salidas de escape, además las principales normas internacionales de seguridad laboral (OSHA y NIOH) recomiendan monitorear de forma semestral los gases anestésicos, la finalidad es que el ambiente de trabajo no ponga en peligro a ninguno de los empleados desde los médicos hasta el personal de limpieza.
Áreas de laboratorio donde se usan productos químicos o peligrosos
Las áreas de laboratorio, morgue y de investigación a menudo utilizan químicos fuertes, nocivos, venenosos y corrosivos para cumplir con los objetivos de trabajo, ciertamente el personal utiliza guantes, máscaras y batas para evitar accidentes pero las fugas y derrames sucederán eventualmente, el problema con los accidentes de aerosoles es que pueden llegar pequeñas cantidades del producto químico a las vías aéreas superiores y pulmones del personal, aunque al principio esto sea inofensivo con el tiempo se podría convertir en patologías respiratorios crónicas.
Las pruebas proactivas e inspecciones regulares son las mejores formas de evitar que el personal se enferme, o incluso adquiera enfermedades que desencadenen una discapacidad al continuar con la exposición continua de estos químicos; una inspección regular y visible con medidores de presión de aire y tarjetas pasivas de dosímetros proporcionará confianza en el ambiente laboral, además estas áreas deben ser presurizadas negativamente para extraer cualquier contaminante, especialmente por las salidas de escape a zonas externas lejos de las personas y cualquier otra toma de aire.
A nivel mundial existes normas que establecen el nivel de exposición permitido de algunos gases enfocándose en la latitud del país, clima y otros factores que indicen directamente en su efecto a nivel ambiental y corporal, nunca esta demás contratar a un inspector profesional que tenga conocimiento de todas las regulaciones y medidas preventivas.
Lavanderías y áreas para desechos donde los gérmenes luchan por vivir
Pocas personas piensan que una lavandería o papelera es peligrosa pero realmente estos son puntos repletos de químicos, bacterias y tóxicos, sólo piensa en todo el riesgo biológico y suciedad en general que debe enfrentar el personal de limpieza en un hospital.
Es tanto así que la mayoría de residuos biológicos (ubicados en bolsas rojas) con enviados a un servicio de incineración, la finalidad es eliminar cualquier rastro de agentes infecciosos, pero todo el equipo que toca estas bolsas necesita ser esterilizado sin excusas, del mismo modo las lavanderías dentro de instalaciones sanitarias deben ser desinfectadas para evitar la contaminación cruzada de un paciente a otro, en este caso se necesitan químicos industriales que maten las bacterias, pero al mismo tiempo son capaces de dañar la infraestructura y peor aún la salud de los trabajadores.
Estos productos químicos matan a los gérmenes pero no son buenos para las personas que tienen contacto continuo con ellos; debido a la toxicidad y peligro a largo plazo de estos agentes de limpieza se recomienda realizar pruebas cada cierto tiempo, además estas las áreas para lavandería también deben ser presurizadas negativamente para expulsar cualquier peligro fuera de ellas.
Por último es imposible controlar todos los rincones de un hospital, pero si es posible hacer el mejor esfuerzo para mantener el control de infecciones, cuidar la salud de los empleados y brindarles un ambiente seguro a los pacientes y sus familiares.