Las lámparas frontales son instrumentos que utilizan generalmente los médicos cirujanos con la finalidad de mejorar las condiciones de las intervenciones que realizan y los exámenes médicos; normalmente son utilizadas por profesionales de diferentes áreas de la medicina y la odontología. Las lámparas frontales permiten optimizar la visión del médico y la visualización del campo en el que trabajaran, específicamente cuando se trata de objetos que varían en profundidad, contraste y tamaño.
Estas lámparas se destinan, en la mayoría de los casos, a la realización de exámenes de revisión clínica o procedimientos quirúrgicos locales de odontología, cirugía maxilofacial, oftalmología, otorrinolaringología, neurociencia, entre otras. Este tipo de lámparas también incluyen dentro de su funcionabilidad el apoyo en operaciones de ginecología, ortopedia, y tiroides, así como su utilización en procedimientos que ameritan ser llevados a cabo en unidades de cuidados intensivos.
Sin embargo, existen diversos riesgos que se deben considerar cuando se utilizan las lámparas frontales, y los cuales tienen que ver con el uso y la prolongación de la luz, sobre todo cuando se trata de cirugías oftalmológicas. Aunque bien es cierto que son calificados como aparatos de bajo riesgo (para cualquier área, exceptuando la oftalmología donde se consideran de riesgo moderado), deben ser utilizados con mucho profesionalismo y cuidado.
Los materiales y características propias de ensamblaje de este producto están sujetos a la continua innovación y mejora, que con el paso del tiempo permite mejorar los resultados de ejercicio. Por ende, se necesita considerar principalmente los componentes que integran dicho producto, para que su uso y manejo sea más práctico y sencillo.
Consideraciones a tener para el uso de las lámparas frontales
Fuente de luz
Las lámparas frontales deben tener una fuente de luz fría, homogénea y blanca, para así permitir que el campo esté libre de sombra por la luminiscencia del material de la lámpara en cuestión. Es esencial comparar las lámparas con sus similares en cuanto a temperatura y el color, lo cual será inversamente proporcional. Sin embargo, las características en cuestión dependerán de la escogencia del observador.
Fuente de energía
En el caso de la fuente de energía de la lámpara frontal, se puede decir que la misma puede ser de baterías removibles, cargables o de corriente alterna. La escogencia de esta dependerá del médico o cirujano que la vaya a utilizar, el cual debe tener en cuenta de cuánto quiere que sea la visa útil de la lámpara frontal en cuestión. En general, esta puede ir desde las 20.000 horas de utilización hasta unas 50.000 aproximadamente, lo que se puede traducir en casi cinco años de duración.
En el caso de los dispositivos que funcionan a través de baterías, se puede decir que dependiendo del tipo que se trate puede servir entre 2,5 a 6,5 horas ininterrumpidas. Sin embargo, también existen casos de lámparas frontales que funcionan con fuentes LED, las cuales ofrecen aproximadamente unas 100 horas continuas de utilización
Banda de fijación a la cabeza
La banda de fijación a la cabeza puede variar de múltiples maneras, desde fijadores de día de diferentes materiales, hasta una con almohadillas desmontables y ajustables, a través de protectores de espuma. La banda que se vaya a utilizar debe ser suave, cómoda y confortable, para que así permita su uso por tiempo prolongado a través de ajustes sencillos
Adaptadores
Las lámparas frontales cuentan con una serie de adaptadores que permiten el ensamblaje de las piezas, tal es el caso de binoculares o microscopios que son adheridos para mejorar la visualización que se espera obtener a través de estos. Los implementos que se coloquen como adaptadores deben dar la sensación de comodidad y seguridad, para que así haya una mayor confianza durante la intervención. A lo mencionado anteriormente se le suma el hecho de que los adaptadores que se le colocan a estas lámparas son, generalmente, instrumentos que buscan acercar más la visión del médico durante la intervención que esté realizando, por ende, el contraste que se haga entre la luz y el adaptador es fundamental para evitar que exista un contraste no deseado que pueda perjudicar la culminación de la operación.
Además, la luz del dispositivo debe ser blanca, para así permitir un adecuado contraste en los tejidos, haciendo que así haya mayor estabilidad y facilidad de manejo del área que está siendo intervenida.
Conectores
Los conectores que utiliza este instrumento son transformadores, los cuales se expresan en la fuente de luz, a través de una serie de cables de fibra óptica y coaxial, haciendo así que su iluminación sea más precisa.
Para concluir, se puede decir que las lámparas frontales son unos excelentes instrumentos médicos que pueden ser utilizados de forma segura en procedimientos ambulatorios u hospitalarios que tengan un bajo nivel de dificultar. Además, es muy importante seguir las indicaciones de mantenimiento especificadas para cada producto, esto a fin de disminuir considerablemente los riesgos que se puedan presentar cuando se está utilizando el instrumento. Siempre es recomendable acudir a un especialista y asesorarse debidamente sobre el control y el manejo de los implementos quirúrgico-médicos que se utilizan.
Fuente:
www.elhospital.com