La complejidad de la asistencia sanitaria ha evolucionado y aumentado a lo largo de los años, los líderes en lo que concierne a la atención médica han reconocido que hay una crisis general en el área de enfermería, basada en que simplemente se cubren a nivel financiero menos horas de las necesarias, considerando todas las labores que este trabajo conlleva.
Como resultado, los empleados de enfermería disponibles están sobrecargados y tensos.
En cuanto al trabajo en cuestión, se espera que estos realicen tareas que tienen un alto riesgo potencial de lesión, con el riesgo a la vez de no contar con suficiente personal o siquiera con el equipo adecuado; lo anterior se traduce en consecuencias tanto para el paciente como para el profesional de la salud.

Las complicaciones de prestar asistencia sanitaria
Las instalaciones sanitarias necesitan controlar el aumento de los costos, aunque no contar con el equipo adecuado suele resultar más costoso en el largo plazo; en una industria que cuenta en todo el país con un nivel insuficiente de personal, cualquier lesión que les ocurra se traduciría en un mayor costo tanto de póliza como de reemplazo.
Uno de los ejemplos más comunes de esto es la necesidad de dar vuelta y posicionar a pacientes inmóviles, la formación de ulceras por presión (escara) es un riesgo para todos los pacientes inmóviles; estos necesitan ser movidos, sin importar que pesen 100 libras o 300.
Desafortunadamente, en México también ha estado ocurriendo un aumento en la tasa nacional de obesidad, y como tal, el mover constantemente a los pacientes significa que los profesionales de la salud lidiarán con una amplia variedad de formas y tamaños, con probabilidades ahora mayores de encontrarse con un paciente más pesado.
De acuerdo con las guías de enfermería, se supone que los pacientes inmóviles deben ser movidos cada 2 horas, si un paciente presenta un mayor riesgo de desarrollar escaras, debe ser volteado y posicionado aún más frecuentemente.
Mucho ha cambiado en los últimos 40 años, ahora contamos con quirófanos híbridos, salas de cirugía en vidrio, tomas para gases medicinales, entre otras soluciones para hospitales, y si bien es cierto que actualmente contamos con distintos materiales para las camas, incluso con todo lo anterior mencionado debemos considerar que existen otros factores personales que influyen en la durabilidad de la piel.
Por ello, si bien es probable que voltear a los pacientes cada dos horas sea suficiente, debemos preguntarnos ¿es esto de verdad cierto?
Al combinar el envejecimiento de la población con un cuidado cada vez más fragmentado y una escasez de enfermeros a nivel nacional, existe el riesgo de que las tasas de escaras sigan aumentando.
La necesidad frecuente de turnar y reposicionar a los pacientes crea una situación potencialmente de alto riesgo para los profesionales de la salud, no todos los pacientes son iguales y algunos pueden ser más difíciles de mover que otros.
En una industria que no es promovida como físicamente exigente, en comparación con la minería y la industria petrolera en Alberta, por ejemplo, un estudio encontró que alrededor del 3% de los trabajadores de la salud estaban en riesgo de una lesión discapacitante, y aunque no parezca significativo, este porcentaje va en aumento.
La fuerza que se necesita para voltear a un paciente depende de múltiples factores
- El peso corporal y la altura del paciente
- Problemas mentales, neurológicos y/o físicos
- Hasta qué punto tienes que extender los brazos
- La altura a la que tienes que extender los brazos
- La posición del paciente y la del profesional de la salud.
Levantar y girar a los pacientes funciona como un fulcro y un sistema de palanca donde la espalda del enfermero es el punto de apoyo, la tensión generada en la parte inferior de la espalda se multiplica muchas veces al doblar y levantar al mismo tiempo, tal y como ocurre al mover a un paciente inmóvil.
Cuanto más extendemos nuestros brazos, menos peso podremos transportar minimizando el riesgo de lesiones
Por ejemplo:
- Cuando nuestras manos están a 25 cm de nuestros tobillos, mover el equivalente a 1/3 de nuestro peso corporal es ideal, en promedio, esto equivale a aproximadamente 51 libras
- Cuando nuestras manos están a 41 cm de nuestros tobillos, el peso debe ser reducido en un 40%, esto significa en que lo ideal sería acarrear alrededor de 30 libras
- Cuando nuestras manos están a 63 cm de nuestros tobillos, el peso ideal para llevar debe ser alrededor de 20 libras.
Es altamente recomendable no mover pesos cuando los brazos se extiendan más de 63 cm
Con todo lo anterior, queremos aclarar que proveer atención médica es un esfuerzo sin fin, y la gerencia tiene que equilibrar el presupuesto entre los salarios, los equipos para hospitales, el control de la infección y otros innumerables factores.
Con tantas cosas sucediendo, es seguro asumir que la prevención de úlceras de presión no es un tema al que se le da la importancia debida en lo que respecta a los presupuestos de los recintos; todo esto es importante tanto desde el punto de vista del paciente, como de los trabajadores y lo directivos de un hospital, puesto que afecta la experiencia de todos, ya sea en un sentido de salud, de reputación o incluso financiero.