Todo anestesiólogo debe seguir una serie de reglas antes de comenzar el proceso de anestesia en las salas de cirugía pero, más allá de las normas a seguir dentro y fuera del quirófano, existen medidas para darle el uso adecuado a la máquina de anestesia, el aparato que refresca al paciente y administra los vapores que se necesitan para mantener activo el proceso.

Normas de seguridad al usar máquinas de anestesia en el quirófano
Con esta máquina, el anestesiólogo suministra, a través de los pulmones, gases medicinales y agentes anestésicos que llevarán al paciente a un estado de inconsciencia reversible.
¿Cuál es el primer paso para utilizar esta máquina?
¡Revisarla! Inspeccionar la máquina de anestesia antes de su aplicación es el paso principal para garantizar que cada uno de los agentes que la componen está en las mejores condiciones.
Esto brindará tranquilidad tanto al paciente como a todo el equipo implicado en quirófanos híbridos.
Este procedimiento no se debe delegar a nadie más que al anestesiólogo o al residente de anestesiología responsable de la operación, y debe realizarse, sin falta, justo antes de comenzar el proceso de anestesia, ya sea si se va a aplicar de forma general o local.
¿Y si se encuentra algún error?
Si luego de revisar la máquina te das cuenta de algún error, debes intentar corregirlo.
En caso de que no logres repararlo, debes cambiar de máquina, o bien, de sala de cirugía, hasta que encuentres el lugar con las condiciones óptimas para llevar a cabo la operación.
Revisión de la máquina paso a paso
Según la página web del departamento de anestesiología de la Universidad Javeriana, el anestesiólogo debe asegurarse de revisar los siguientes elementos:
- Verificar el buen estado de las llaves de los flujómetros y el flujo de cada gas por la máquina.
- Observar el sistema de protección de fracción hipóxica.
- Tener en cuenta la adecuada posición y bloqueo de los vaporizadores en la base que los sostiene.
- El mecanismo de protección de administración simultánea de agentes anestésicos (interlock).
- No perder de vista el nivel de líquido que tiene cada agente anestésico en el vaporizador.
- El adecuado funcionamiento de la válvula de oxígeno rápido (flush).
- Determinar que la conexión hermética de la manguera común de gases en sus dos extremos está en buen estado.
- Fijarse en la instalación del sensor de oxígeno en el circuito o en la tapa que cierra su orificio.
- El correcto armado y funcionamiento alternante de las válvulas unidireccionales.
- La correcta instalación de las mangueras, la «Y», el codo, la manguera de muestreo del capnógrafo y la bolsa reservorio.
- El funcionamiento de la válvula de sobrepresión (APL).
- El estado del canister, de la cal sodada en su interior y de la válvula de drenaje de agua.
- Tomar en cuenta cuan hermético y permeable está el circuito anestésico en su totalidad.
- No dejar a un lado el correcto funcionamiento neumático, electrónico y de las alarmas del ventilador en la máquina.
- En sus dos extremos la manguera de gases debe estar conectada.
La página web de la revista colombiana de anestesiología, Scielo, agrega otras consideraciones a tomarse en cuenta:
- Utilizar códigos de colores, tanto para los gases medicinales como para los agentes anestésicos volátiles.
- Evaluar las mangueras que conducen los gases desde la red central.
También, desde el cilindro a la máquina de anestesia.
No deben colapsar bajo ninguna circunstancia y siempre llevan el código de color para cada gas. - El diseño de la máquina y de los monitores debe ser ergonómico.
Todos los componentes deben ser visibles desde el sitio de trabajo del anestesiólogo. Así podrá vigilar a su paciente y observar la máquina y los monitores. - Verificar si las conexiones de los cilindros que están en los gases medicinales tienen identificación de acuerdo al símbolo y color.
Estos no pueden intercambiarse entre los gases.
Además, las máquinas de anestesia deben tener una conexión para oxígeno mediante un cilindro y su manómetro. - Debe existir un mecanismo que impida la administración de mezclas hipóxicas, asegurando siempre una concentración mínima de oxígeno del 25 por ciento.
- En caso de que exista más de un vaporizador, debe haber un mecanismo que impida abrir más de uno a la vez.
- Es altamente recomendable la medición de gases espirados.
- Hay que certificar que el botón de paso rápido del oxígeno no se pueda activar sin previo aviso.
El anestesiólogo podrá activarlo con una sola mano.
Luego de esto debe volver a su posición de reposo. - La máquina de anestesia debe tener una alarma auditiva que indique la baja presión de oxígeno.
- Debe tenerse alarma de alta presión en la vía aérea.
- Debe haber un analizador de oxígeno dentro del circuito.
- Observar la existencia de un sistema de evacuación de gases excedentes.
- Observar que hay una válvula de sobrepresión para que los gases excedentes salgan.
- Tener una cámara para captación y absorción de CO2 espirado del paciente.
- La batería debe suministrar energía al menos 20 minutos.
No olvides asegurarte de que todas las conexiones eléctricas y los enchufes estén en el mejor estado posible con el fin de evitar algún corto circuito o desconexión en medio de la operación.
Además, al finalizar la operación, debes cerrar los flujómetros y vaporizadores y exponer al aire de ambiente el sensor de oxígeno del circuito, cerrando el orificio con su respectiva tapa. Igualmente, recuerda apagar el sistema neumático y enrollar los cables para que no se dañen.