El período de tiempo entre el nacimiento y la partida de los centros sanitarios es crítico, por esta razón se han desarrollado diferentes soluciones para proteger a las familias, la primera tecnología que se utilizo fue una especie de alarma integrada a la etiqueta de identificación de los bebés, pero las capacidades de este sistema han evolucionado con los años.
Indiferentemente de la tecnología el objetivo siempre será frustrar los intentos de secuestros infantiles en hospitales, combinar a las madres con sus bebés, localizar a los pacientes errantes y rastrear activos de alto valor. Actualmente la protección es en tiempo real usando redes Wi-Fi para proporcionar información instantánea sobre la ubicación y estado del bebé, lo innovador es que se conectan a plataformas y dispositivos que ya existen dentro del personal y procesos típicos, incluyendo registros médicos, sistemas de intercomunicación enfermo-enfermera y teléfonos inteligentes.
Lo que antes eran sistemas autónomos con una alarma sonora ahora son dispositivos basados en servidores que facilitan la notificación y generación de informes. Los transmisores infantiles también han evolucionado, el nuevo material de bandas suaves incorpora la detección de corte y tiene la capacidad de determinar si un transmisor se ha separado del contacto con la piel, esto ofrece un alto grado de seguridad contra manipulaciones.
Las etiquetas para bebés han sido tradicionalmente grandes y pesadas, haciéndolas engorrosas para montar en las pequeñas extremidades de los recién nacidos, pero la evolución continua de los circuitos integrados, así como los nuevos avances en antenas y otras tecnologías relacionadas con las radiofrecuencias, han permitido que los nuevos diseños sean más pequeños, ligeros y adecuados para estas aplicaciones.
Si bien el concepto central de las etiquetas y alertas es el mismo, la infraestructura de las instalaciones del hospital e interfaz informática ha cambiado según los expertos, con pilas más pequeñas y mayor durabilidad de batería en las nuevas etiquetas 100% funcionales. La mayoría de los sistemas de protección se pueden extender más allá de su núcleo a otros subsistemas y tecnologías, un ejemplo claro son los teléfonos inteligentes a través de aplicaciones móviles.
El mayor avance es pasar de un único sistema que es la PC a uno con mayor distribución, cuando las alarmas eran enviadas a una misma estación si la PC se dañaba todo el sistema se caía, pero actualmente se utiliza una arquitectura distribuida para asegurar que el sistema pueda realizar sus funciones básicas de bloquear puertas y sonar alarmas sin depender de una red.
Por otro lado los sistemas autónomos aumentan la seguridad y contemplan menos riesgos de ser hackeados o perder información de los pacientes, sin embargo esta configuración agrega servidores que necesitan hardwares a mantener y refrescar cada tres a cinco años, cosa que no le gusta a muchos hospitales.
Los fabricantes que ofrecen soluciones de protección infantil contemplan una facilidad de integración que plantea problemas en los sistemas de seguridad independientes, la razón es que estas soluciones tienen que interactuar con los sistemas de seguridad del hospital como la alarma contra incendios para bloqueo de puertas, salidas diferidas, alarmas perimetrales y la capacidad de bloqueo de los ascensores si es necesario, aunque los hospitales con sistemas de seguridad electrónicos más avanzados pueden interactuar con la videovigilancia una vez que se activa la alarma.
En el tiempo que se usaban enormes alarmas en las bandas de identificación de los bebes la tecnología patentada era radiofrecuencia, pero hoy en día se ha sacado provecho del internet y redes Wi-Fi para hacer estos dispositivos más pequeños y prácticos, incluso es posible rastrear a los bebés durante su transporte entre las diferentes unidades hospitalarias, en este caso el sistema protección contra secuestros infantiles sería como las esclusas de seguridad para laboratorios.
Un parte interesante es que las etiquetas umbilicales, abrazaderas del cordón, bandas del bebé y las vendas del padre se numeran para emparejar, además las bandas están incrustadas con una etiqueta de comunicación de campo cercano, así las aplicaciones móviles usadas con el sistema de protección confirman que el bebé está siendo colocado con la madre correcta.
A nivel mundial se han desarrollado marcas principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa, hasta la fecha se han protegido 1.5 millones de bebés en 1,400 hospitales de todo el mundo solo con el sistema de protección infantil, con esta tecnología es posible monitorear a los bebés en cualquier lugar que el hospital tenga cobertura Wi-Fi.
En Canadá diseñaron una banda suave que tiene una batería de dos años de vida, e incorpora un controlador local que utiliza frecuencias ultra altas y bajas, esto permite la operación sin conexión, así como activación en línea con una interfaz de usuario a través de navegadores web o dispositivos portátiles, las notificaciones se pueden enviar directamente a Apple y dispositivos Android.
Las falsas alarmas son la razón más importante para las quejas de los usuarios, suelen activarse en la proximidad de salida en las habitaciones de los pacientes y deambulaciones siendo molesto, pero algunos clasifican los eventos como falsas alarmas incluso cuando la tecnología está funcionando como fue diseñada, por ejemplo una banda que emplea sensores de piel suena cuando el agua entra en contacto durante el baño del bebé.
Mirando hacia el futuro, los expertos ven una mayor visibilidad en este tipo de sistemas, la confianza en la tecnología basada en IP, una mayor integración con otros productos de seguridad, menos falsas alarmas y mejores opciones de etiquetas.