Nadie puede evitar que un gran número de pacientes sufra caídas en su estadía hospitalaria, pero actualmente se está trabajando arduamente en crear soluciones para hospitales reduciendo de manera significativa que estos episodios sigan ocurriendo.
Entre 700.000 y 1 millón de pacientes sufren una caída en los hospitales de Estados Unidos cada año, pero lo más alarmante es que entre un 30 y 51% por ciento de las caídas generan resultado una lesión.
Mientras que muchas caídas se pueden evitar, la prevención de las mismas es compleja debido a que muchas cosas están asociadas, incluyendo factores del paciente como músculos débiles, alteraciones de equilibrio, problemas de coordinación, enfermedades crónicas y el uso de un bastón o un andador, así como los factores ambientales tales como camas que no estén situadas a una altura óptima y factores de proceso de atención, como enfermeras que no responder rápidamente a las llamadas o alarmas.

Cómo evitar y reducir el riesgo de caídas en hospitales
Aunque no se puede prevenir este problema en todos los pacientes, algunos hospitales están demostrando que la combinación correcta entre tecnología, procesos de atención y enfoque pueden reducir el número de caídas de manera significativa y más importante aún las lesiones a los pacientes, ya que estas pueden empeorar el cuadro médico que ya presenten complicando su diagnostico con nuevas lesiones o incluso generar la muerte, incrementando problemas legales y de costes.
Diversas investigaciones refieren que mientras la mayoría de los pacientes que se caen no quedan gravemente heridos, el número de lesiones relacionadas con caídas es considerable, solo en USA los informes indican que el aumento promedio de los costos de operación de un hospital por una lesión grave relacionada con caídas es más de $ 13,000, y la estancia del paciente se incrementa en un promedio de 6,27 días, siendo números alarmantes.
El reto de la prevención de caídas aumenta a medida que envejece la población de pacientes hospitalizados, tanto el riesgo global como la probabilidad de resultar herido, al menos 22% de estos pacientes tienen alrededor de 74 años de edad o más.
A nivel legal y ético los hospitales deben realizar un seguimiento de su tasa de caídas total y trabajar para reducirlo.
Los directivos categoricen en cuatro tipos de caidas:
Accidentales
Estas caídas ocurren cuando los pacientes de bajo riesgo tropiezan con un soporte, están alcanzando un objeto que se encuentra lejos u otras situaciones especificas que pueden ser totalmente previsibles.
Fisiológicas anticipadas
Este es el tipo más común se presentan en pacientes que tienen factores de riesgo identificados con anticipación, incluyendo trastornos de la marcha, medicación de alto riesgo o demencia, también puede ser previsible conociendo los riesgos que involucra su patología y condición actual.
Fisiológicas no anticipadas
Se producen en pacientes que tienen un bajo riesgo de caídas en general, pero sufren un evento como una convulsión, accidente cerebrovascular o desmayos que se traduce en una caída que no se podría haber previsto.
Intencionales
Son originadas dependiendo del estado psicológico y conductual del paciente con respecto a detonantes en el ambiente, en la mayoría de los casos no se pueden predecir.
¿Cómo Detener Las Caídas?
A diferencia de las infecciones adquiridas en los hospitales que pueden abordarse mediante el uso de protocolos basados en la evidencia, no hay un conjunto de prácticas de prevención que se hayan demostrado para eliminar todas las caídas.
Sin embargo los programas de prevención de caídas múltiples se han demostrado para reducir el riesgo relativo de caídas de hasta un 30%.
Algunos de los aspectos importantes para que la prevención sea efectiva es tener el apoyo de los dueños, contar con personal de primera línea en el diseño del programa, crear un comité multidisciplinario para guiar el programa, contar con los recursos para efectuar pruebas piloto, usar tecnología de información para proporcionar datos sobre las caídas y generar programas de educación y formación para el personal.
Se cree que las caídas más comunes se dan en los pacientes confusos que necesitan cuidadores, durante las noches y fines de semana cuando hay menos personal en los servicios, siendo vital el uso de sistemas de intercomunicación enfermo-enfermera.
Existes algunas mejoras que pueden llevarse a cabo para reducir el riesgo de caídas, dentro de ellas están la expansión de pasillos ya que el tráfico en los mismo suele ser grande entre enfermeras, secretarias, médicos y personas auxiliar sin contar con los familiares, realizar codificaciones por colores en cuanto a riesgo de esta forma el personal sabrá si necesitaran dos personas para el traslado, una silla de ruedas, andadera o simplemente más cuidado porque el paciente presenta un patología psíquica.
Se hace primordial explicarle al paciente el uso de los sistemas de intercomunicación para reducir accidentes buscando llamar a las enfermeras, y en el caso que se dé la caída saber cómo pedir ayuda lo más pronto posible; otro punto es discutir en equipo cuales son los riesgos reales y que se puede hacer para mejor el servicio hospitalario.
Las caídas también traen costos elevados para los hospitales ya que deben cubrir más procedimientos y personal calificado, se calcula que durante un años los costos podrían ser de hasta 16 millones de dólares si no se cuenta con el equipo necesario, por esto se hace imperante para los administradores buscar las soluciones para hospitales factibles.