En cuanto a las salas de pacientes la ubicación de sillas individuales y grupales es vital para brindarles espacios seguros y que se adapten según sus necesidades sociales, es impresionante como al cambiar la imagen física de una habitación es posible evocar respuestas positivas desde el momento en que entran los pacientes.
El diseño interior hospitalario es capaz de influenciar la vista, olfato y sonidos en las instalaciones sanitarias apoyando la experiencia de niños y jóvenes, indirectamente al hacer sentir bien a los pacientes se crea un ambiente más seguro para el personal reduciendo peleas y encuentros agresivos.
Las investigaciones realizadas hasta la fecha han demostrado que usar estructuras físicas como elementos de atención ayuda en el abordaje de diferentes procesos psíquicos, en pocas palabras es posible hacerlos sentir bien, desarrollar habilidades de afrontamiento que ayudando a controlar su comportamiento, emociones y vidas en lugar de sentirte como si estuvieran siendo controlados.
Un estudio realizado en Estados Unidos específicamente en la Unidad de Salud Conductual de Niños Y Adolescentes de Minnesota publicado en la revista Health Environments Research & Design Journal, demostró que las características de diseño en donde los pacientes tienen opciones y control supervisado ofrecen una mayor percepción de calma.
Además un ambiente abierto permite que los pacientes indirectamente desarrollen un sentido de control sobre sus acciones haciéndolos sentir bien física y mentalmente, los diseñadores tienen el poder de crear elecciones encubiertas dentro del espacio en muchas formas, por ejemplo en las habitaciones los atenuadores en los módulos de iluminación que cambian de color permiten a los pacientes establecer los niveles y música que desean ayudándolos a sentirse calmados y regular su ansiedad.
Al integrar diferentes opciones de asientos en las habitaciones como un banco en la ventana y escritorios con sillas se despliegan elecciones pequeñas que dan tranquilidad al paciente, en el caso de los escritorios permiten mantener un sentido de personalización mientras que los bancos en las ventanas dan la impresión de confort individual, seguridad e incluso vistas que evocan estados de relax y buenos momentos.
En las entradas de las habitaciones los patrones en el piso crean «porches delanteros», así en el caso que no quieran salir porque sienten que todavía les cuesta socializar con otros el “porche” será una zona de transición entre la habitación y otros espacios de la comunidad, permitiendo a los pacientes orientarse hacia un ambiente más público mientras se recuperan.
Los asientos de media luna integrados cerca o dentro de estas zonas brindan un lugar para sentirse parte del entorno social sin estar obligado a socializar, también proporcionan al personal la opción de sentarse y hablar con los pacientes que estén más cómodos dentro de zonas privadas en sus habitaciones en lugar de salir.
Un complemento perfecto son las salas sensoriales, tranquilas y de actividad que brindan opciones de esparcimiento para regular sus mentes o pasar tiempo en actividades terapéuticas, en el caso de las salas sensoriales el uso de complementos hospitalarios encubiertos es esencial para atraer a los pacientes con columnas de iluminación LED, hamacas para estimular el sistema vestibular, módulos de iluminación ajustables, estaciones de escritura vertical y otros.
En las salas tranquilas lo mejor es instalar paredes con curvas suaves, colores claros y hasta calefacción para crear un ambiente relajante que incluye asientos acogedores, iluminación ajustable por usuario, bancos de ventanas, sillas individuales y grupales entre otros elementos, por el contrario las salas de actividades ofrecen un espacio para el movimiento de grupos musculares grandes integrando sistemas de videojuegos interactivos con grandes pantallas, máquinas para hacer ejercicio y baldosas interactivas que animan al movimiento y creatividad.
Un estudio realizado en Irlanda descarto que ofrecer opciones a los pacientes psiquiátricos en lo que pueden hacer y adonde van les permite reforzar sus habilidades de afrontamiento positivas, la mejor parte es que estos elementos de diseño despliegan ambientes para reconocer estrategias espaciales ayudando a lidiar con problemas de comportamiento y emociones recurrentes.
Por otro lado el estudio encontró que el ambiente cargado de opciones permite a los pacientes y al personal trabajar juntos, además hacer una lluvia de ideas y atender las necesidades de manera colaborativa, esto reduce incidentes cuando el personal se ve obligado a restringir físicamente al paciente evitando lesiones, malos ratos y usar fármacos innecesarios que descomponen más su estado mental.
Las estrategias de diseño conductual anteriores enfatizan principalmente la seguridad del paciente pero basándose en su bienestar, sensación de libertad, toma de decisiones y lo más importante su optima recuperación, el siglo 21 ha traído consigo avances asombrosos como los sistemas prefabricados para hospitales, equipos médicos innovadores pero también conocimientos que apoyan el diseño de interiores basándose en ciencia y no solo en experiencias.