Los centros médicos son espacios adaptados y capacitados para atender las diferentes emergencias de salud.
Cuentan con diversas áreas, materiales y equipos para hospitales de alta tecnología.
Su funcionamiento es continuo, por ello tienen un amplio equipo capacitado en distintas áreas de la medicina.
Adicionalmente, posee un departamento de enfermería como apoyo al equipo médico especializado.
Los hospitales están seccionados para optimizar los procesos que allí se lleven a cabo.

Funcionamiento y control de temperatura de la sala de cirugía
Cada área del centro hospitalario está capacitada para atender emergencias y estados específicos.
Estándares obligatorios de un hospital
Los funcionamientos del hospital están regidos por normas y lineamientos inquebrantables.
Cada uno de ellos asegura la integridad de los pacientes, del pesonal médico y de los procesos regulares de la instalación.
También cuentan con protocolos especiales que facilitan el desenvolvimiento de sus integrantes, de sus procesos y capacidades.
Es por ello que los hospitales son espacios seguros y confiables para todos.
Estos son limpiados, desinfectados y esterilizados con regularidad para eliminar el cultivo o propagación de bacterias y virus.
Sistemas de ventilación
Todos los sistemas que incluyen los centros de salud están diseñados exclusivamente para ello.
Los equipos de ventilación, por ejemplo, poseen funciones y estándares exclusivos para operar en los hospitales y clínicas.
Aunque la instalación posea aire acondicionado en cada uno de sus espacios, existen sistemas apartes para áreas especializadas con un control bacteriano más riguroso, como las salas de cirugía.
Los sistemas de ventilación de última tecnología forman parte de las soluciones para hospitales más importantes.
Sus filtros y sistemas conductuales evitan que ciertos microorganismos circulen a través de los surtidores de aire.
La propagación de virus o bacterias sería letal tanto para el personal médico como para los pacientes.
Salas de cirugía
Para que el éxito sea alcanzado en cada uno de sus procesos, el espacio debe ser optimizado en todas sus facetas.
La primera es proporcionar el ambiente ideal para la comodidad y seguridad tanto del paciente como del equipo médico.
Es por ello que las salas de cirugía poseen temperaturas más bajas que otras áreas del centro clínico u hospitalario.
Esto facilita ciertos procesos operacionales y evita la existencia de agentes contaminantes.
Es decir, el rango de temperatura y humedad establecida en las salas de operaciones está determinado para incrementar los efectos positivos en la salud, seguridad y recuperación del paciente.
La temperatura ideal en las que deben permanecer estas habitaciones oscila entre 60 o 65 grados Fahrenheit.
Adicionalmente, se recomienda un porcentaje de humedad no mayor a 70.
Esto es lo recomendado por la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado para las salas de cirugía.
Si bien la temperatura es baja para una habitación cerrada, no deja de ser obligatoria.
Aunque los grados no sean muy cómodos para el paciente, son necesarios para mantener a raya la propagación y cultivo de bacterias.
Lo fundamental es garantizarle seguridad e integridad durante las operaciones.
Rangos de temperatura
Los grados recomendados para los quirófanos deben ser respetados.
Una temperatura baja reducirá los efectos de humedad y condensación dentro de la sala de operación.
Los efectos de condensación son notorios una vez que la temperatura ha subido los parámetros establecidos.
Cuando esto sucede la humedad comienza a acumularse en distintas áreas superficiales de la habitación.
Por ejemplo:
- Pisos.
- Paredes.
- Techos.
- Herramientas.
- Equipos, entre otros.
Si la humedad llega a acumularse en ciertos equipos operativos, los procesos y resultados de la intervención se verán afectados.
Adicionalmente, el espacio no estará en condiciones cómodas para el equipo médico.
Si la humedad se acumula lo suficiente y no se toman en cuenta los protocolos establecidos para el control de temperatura, los efectos serán perjudícales.
Es posible que se produzca un efecto “llovizna” dentro de la habitación.
Efectos negativos
Uno de los principales efectos producidos por la condensación es la denominada “llovizna” en el quirófano.
Las gotas caídas del techo lograrían contaminar ciertos equipos para hospitales o herramientas quirúrgicas ya esterilizados.
Por otro lado, el factor de riesgo se incrementa si alguna de estas gotas logra caer en una herida abierta.
Los resultados siguientes serán devastadores si consigue comprometer la salud del paciente.
Cuando la humedad ha alcanzado el punto perjudicial, ciertas bacterias y microorganismos lograrán desplazarse por toda la habitación.
Esto se traduce en riesgos de infección o contagio para el paciente y equipo médico.
Para evitar que esto suceda la habitación y el sistema de ventilación debe estar capacitado con un sensor especial que mantenga el rango de temperatura y humedad establecido por el personal médico.
Prevención de contaminación
Las bacterias y microorganismos frenan su crecimiento y propagación cuando las temperaturas han bajado ciertos grados.
Esta es la razón por la cual los centros de salud poseen temperaturas tan bajas, especialmente las salas de cirugía.
Para prevenir el cultivo de virus dichas instalaciones tienen reglas específicas que les permiten controlar las temperaturas en áreas determinadas.
Es por ello que los quirófanos tendrán grados más bajos que el resto.
En estas habitaciones se llevan a cabo diferentes procesos capaces de comprometer la salud del paciente, equipo médico y población de toda la instalación.
Dicho esto, se entienden que se deba cuidar hasta el más pequeño detalle.