Podría pensarse que tradicionalmente lo que se entiende por industria del cuidado de la salud avanza a “paso de tortuga”, mientras que las necesidades son cada vez más apremiantes.
Por un lado nos llega la información de que en tal o cual parte del mundo se han desarrollado aparatos, programas, materiales, aplicaciones, métodos o tratamientos para resolver o detectar fácil y rápidamente algunos problemas de salud, pero por otro lado también vemos pasar el tiempo sin que dichos avances lleguen al mercado.
Una gran parte de la comunidad médica ve con buenos ojos la forma en que se va estrechando la relación entre los campos médicos y/o científicos con la tecnología.
Por lo general los especialistas están abiertos al progreso si esto significa un mayor bienestar y pronto restablecimiento para sus pacientes.
Pero a la vez, y con toda razón existe gran escepticismo acerca de la real efectividad de tanta aparente innovación, sobre todo cuando se llega a la fase de pruebas clínicas.

Importancia de las pruebas clínicas en las innovaciones médicas
Cualquier tipo de dispositivo, aparato o material requiere de una fase de pruebas e investigaciones previas a su empleo en pacientes.
Esta fase no puede ser acelerada bajo ninguna circunstancia.
Aparatos, dispositivos, materiales y aplicaciones deben ser completamente investigados, aún cuando se considere que su uso no implica de ninguna manera un alto riesgo.
Toda esta demora puede resultar sumamente frustrante para quien espera poder hacer uso de las innovaciones, tanto por parte de los pacientes como de los desarrolladores y comercializadores.
Uno de los aspectos más delicados es donde se van a evaluar los resultados directamente en seres humanos, así como la cuestión de efectos secundarios, contraindicaciones, etc.
Y esto no se refiere únicamente a medicamentos y aparatos médicos sino también al uso de diferentes elementos y materiales de uso directo sobre los pacientes así como de otros insumos y por supuesto los materiales de construcción, mobiliario, acabados, y todo lo que directa o indirectamente tiene que ver con los pacientes y con todo el equipo que conforma una clínica, un hospital, un laboratorio, etc.
Motivos para prolongar tanto el período de pruebas clínicas en las innovaciones médicas
Ante todo está la seguridad del paciente y por supuesto del personal a su alrededor, por lo que esta lentitud no es en sí un aspecto negativo sino positivo y al parecer debe continuar igual que hasta ahora.
En cualquier otro ramo es posible lanzar innovaciones al mercado, a manera de prueba, tanto de funcionamiento como para evaluar la respuesta de los consumidores.
Puede decirse que es una fase del proceso integral de lanzamiento de un determinado producto y se utiliza para estudiar tanto el desempeño del producto como la aceptación de los usuarios, entre otros aspectos.
Sin embargo en el terreno de la medicina esto no es ni posible ni deseable.
El proceso es mucho más complicado y consta de múltiples fases con los consiguientes trámites, debido sobre todo a que lo que está en juego es la salud e integridad de seres humanos.
En casi todos los campos es posible realizar rápidamente el proceso de pruebas y lanzar las diferentes innovaciones al mercado.
Si algo no resulta se actualiza, se mejora o se van haciendo nuevas versiones.
Pero el lo que a la ciencia médica se refiere, esto de ninguna manera es posible.
La elaboración de pruebas y formularios previos son ya de por sí bastante complicados pues deben contemplar absolutamente todos los ángulos y complicaciones que puedan surgir, así como el tipo de riesgos que se presentarían en caso de mal comportamiento del aparato, dispositivo o material.
Ante esto surge obviamente otro grave problema, además de la viabilidad del proyecto, que es el del financiamiento.
En cada proyecto existe un protocolo a seguir y se van creando capas o etapas que tienen el propósito de ir evaluando la evolución del mismo en lo que a seguridad del paciente se refiere.
Estos protocolos no son arbitrarios sino que se elaboran por comités institucionales, que son quienes se encargan de normativas y regulaciones vigentes.
Y aún después de que las pruebas han sido superadas, los resultados son a su vez sometidos a diversos y exhaustivos análisis antes de ser autorizados para su publicación, uso y/o aplicación en o con los pacientes.
Todo este protocolo puede llevarse meses o años, de allí que el factor financiamiento representa un aspecto de suma importancia en cualquier proyecto médico o de salud.
Todo esto explica los altos costos iniciales de cualquier innovación, así se trate de medicamentos, materiales, aparatos, dispositivos, etc.
¿Existe alguna forma segura de acelerar las pruebas clínicas de las innovaciones médicas?
Todo lo que hasta aquí hemos comentado no implica que no se deban optimizar algunos aspectos de la fase de prueba de cualquier innovación.
De hecho se trabaja a marchas forzadas para crear software que permita de alguna manera automatizar y de alguna manera acelerar en lo posible al menos algunos aspectos administrativos, todo ello bajo la supervisión de organismos internacionales dedicados a la protección y mejoramiento de la salud.
Naturalmente todo esto repercute en los costos de la atención médica, por lo que por una parte a todos nos beneficia el hecho de que los procesos se aceleren, pero por otra también nos conviene que el período de pruebas dure lo que tiene que durar, hasta que se obtengan los mejores resultados y se tomen las medidas pertinentes, en beneficio de la salud de la humanidad.