Siempre se pueden encontrar maneras de optimizar los hospitales pensando en los pacientes, el espacio y los equipos médicos.
Pero a medida que trabajas hacia esa meta es útil reconocer que lograr el 100% de utilización o eficiencia simplemente no es posible y ni siquiera deseable.
Más bien es aconsejable construir un poco de holgura o tiempo de inactividad en cualquier plan de mejora hospitalario, de esta forma las personas y sistemas en general funcionan mejor y basados en la sostenibilidad cuando no trabajan a plena capacidad.
Reconociendo necesidades
A través de los años diferentes sectores incluso aquellos que no tienen relación con el mundo de la salud han encontrado un punto perfecto de productividad que no es precisamente el 100%, por ejemplo hace varias décadas Henry Ford presentó al mundo un modelo de fabricación brillante y mucho más eficiente.

La gestión y uso óptimo de los recursos en hospitales y clínicas
En las líneas de ensamblaje de Ford los productos procesados eran transportados más allá de una línea de trabajadores que realizaban cada uno un paso específico, una de las claves para el éxito del enfoque de Ford fue que los empleados nunca tuvieron que alejarse de su área de trabajo permitiéndoles pasar más tiempo construyendo vehículos, en otras palabras funcionaban colectivamente como partes de una máquina.
Lo mismo pasa con la construcción de áreas hospitalarias móviles prefabricadas o en las mejoras de procesos sanitarios, cuando las personas trabajan entre un 70% y 80% de su capacidad alcanzan un “punto clave” de eficiencia, a muchos les parece que esa cifra es un objetivo sumamente bajo pero la experiencia demuestra que es el punto donde el personal trabaja rápido pero no se sobrecarga.
No es un secreto para nadie que existe una variedad de enfoques que apoyan la esencia humana enfocada en la atención al paciente, pero lo que pocos saben es que la misma filosofía se aplica a los elementos inanimados en los departamentos de emergencia, salas de operaciones o laboratorios médicos de investigación.
Siguiendo este orden de ideas vamos a considerar las salas de tratamiento, estas nunca pueden ser 100% utilizadas por esa misma razón el acto de mover a un paciente fuera y traer a otro requiere un cierta cantidad de tiempo de inactividad entre los tratamientos de ambos.
En otras palabras es importante el tiempo entre los usos de las habitaciones donde todo el personal de limpieza asea y esteriliza la habitación, repone suministros y prepara el espacio para el próximo paciente, estos espacios pueden parecer “tiempo perdido” sin embargo son necesarios y sería imposible tratar a los pacientes sin ellos.
Mirando los procesos para encontrar las ineficiencias
Para mejorar un proceso indiferentemente de cual sea es vital realizar una variedad de consultas, y uno de los pasos claves en hospitales es llevar a cabo la documentación del proceso donde tanto el personal médico como estadístico se reúne con el cliente, pero sobre todo hablan sobre cada uno de los pasos involucrados para mejorar la atención al paciente.
En muchos casos también se crean diagramas de flujo del proceso que incluyen cada paso en particular con tiempos mínimos, medios y máximos para que un individuo realice ese paso en particular.
A menudo una vez que todos los pasos están documentados es muy obvio que el proceso es lineal, engorroso e ineficiente, pero el mapeo ayuda a que el equipo visualice la naturaleza lineal y paralela de los procesos existentes detectando como mejorar, a veces la excelencia requiere eliminar pasos confirmando que no siempre la utilización total es viable en hospitales.
En otras áreas también se hacen estudios en cuanto a los viajes del personal sanitario determinando el tiempo que se requieren para llegar de un área a otra, la finalidad es saber cómo aumentar la eficiencia que no siempre requiere presupuestos millonarios.
Para tener un ejemplo vivo de esta situación vamos a recordar un caso que se dio en los Estado unidos – Kansas donde se examinó un departamento de pacientes hospitalizados, la finalidad era evaluar el impacto de la ubicación que tenían las áreas para medicamentos en la eficiencia de las enfermeras.
Es importante saber que el departamento existente tenía dos áreas de medicamentos una en cada extremo del área, pero se estaba expandiendo a casi 3 veces su tamaño existente y una de las tareas del estudio era determinar la ubicación óptima de las áreas para no desperdiciar el presupuesto.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Los resultados fueron sorprendentes demostrando que desde un principio era posible ahorrar dinero y no construir 2 áreas para medicamentos.
Incluso afectaron directamente el trabajo de las enfermeras porque ambas áreas estaban de extremo a extremo aumentando el tiempo para buscar los suministros, y peor aun incidiendo en la energía de las enfermeras que debían caminar largas distancias todos los días con cada paciente.
La solución era diseñar un área para medicamentos en todo el centro de la unidad y así optimizar el trabajo de las enfermeras, reducir el tiempo de espera de los pacientes y mejorar su atención de forma inmediata.
Muchas veces pensamos que si es costoso es la mejor opción pero esto no se aplica a la compra de equipos para hospitales, construcción de instalaciones sanitarias o integración de laboratorios de esterilización.