¡Sí, Las cortinas de hospital! Estas que cuelgan entre las camas hospitalarias de los pacientes, con diferentes colores, tamaños y diseños pero pocas personas saben que propagan bacterias resistentes a diferentes fármacos.
Además juegan un papel valioso en el control de infecciones y epidemiologia hospitalaria con el fin de prevenir la complicación de cuadros clínicos.
Esta preocupación invadió centros de salud en todo el mundo iniciando una oleada de investigaciones al respecto, uno de ellos fue realizado por un centro médico ubicado en Ohio específicamente en Cleveland el cual mostro como las bacterias: C. difficile, Enteroccocus y el Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina y vancomicina se pueden encontrar en las cortinas de privacidad en hospitales.
Por lo general estas bacterias se trasfieren a las cortinas por medio del contacto directo que proviene de los pacientes, familiares y sobre todo el personal sanitario que toca a un paciente contaminado, cierra la cortina y luego toca a otro individuo propagando los gérmenes por toda las sala.

Las cortinas de hospital pueden propagar infecciones serias
El hecho que se transfieran tan fácilmente a nuestras manos, ropa y áreas corporales expuestas representa un potencial de contaminación enorme, ahora la pregunta del millón es ¿Qué tan grave es este problema? En pocas palabras es una fuente masiva de bacterias que llegan sin problemas a la cama de pacientes con sistemas inmunológicos débiles, esto se traduce en recibir con los brazos abiertos microorganismos que más adelante empeorarán su cuadro clínico con infecciones y en el peor de los casos estas podrían inducir la muerte.
Un grupo de científicos canadienses quería ver si las cortinas de privacidad comunes eran una fuente potencial de contaminación de gérmenes, bacterias y virus, por lo tanto probaron en más de 100 hospitales las cortinas que colgaban en las instalaciones, en la mayoría de los casos estas se lavaban cada 4 meses o cuando estaban visiblemente sucias.
Además de cultivar las cortinas para ver qué microorganismos podrían estar propagando, los investigadores tenían voluntarios que usaban guantes quirúrgicos tocando las cortinas en áreas donde la tela es agarrada con frecuencia por la gente que maneja las cortinas desde pacientes hasta médicos, después presionaban sus manos en unas placas que contenía medios de crecimiento para ver si habían recogido gérmenes en sus manos.
Después de recolectar toda la información encontraron que el 74 % de las cortinas de privacidad en hospitales estaban contaminadas con Enteroccocus causando endocarditis, infecciones en la vejiga, próstata e incluso del sistema nervioso, el 22% estaba infectado con Staphylococcus aureus asociada con infecciones en la sangre, neumonía y cuadros infecciosos en áreas quirúrgicas, mientras que el 4% se relacionó con esporas de Clostridium difficile responsable de enfermedades gastrointestinales.
En cuanto a las pruebas de manejo directo de las cortinas y la transferencia de gérmenes directo a las manos, los resultados mostraron que un pequeño número de los 3 patógenos sobrevivía después de manipular las cortinas, posteriormente el director de la investigación expreso lo siguiente:
“Estábamos un poco sorprendidos pero no demasiado porque sabemos que las cortinas no se limpian (a menudo), además estos organismos sobreviven sin problemas en el ambiente hospitalario”
Las tasas más altas de resultados positivos se encontraron en las habitaciones donde los pacientes no estaban aislados del todo, además las políticas de retirar las cortinas por otras limpias en altas de pacientes depende de políticas internas, y los estudios hasta la fecha se han realizado para saber cuál es el deber ser en cuanto a limpieza, cuando cambiarlas y como porque no existe literatura que hable al respecto.
Por otro lado los expertos involucrados en estos estudios sugieren tener más cuidado con las cortinas del hospital, aunque aparentar ser sólo un complemento estas integran piezas claves en el control de infecciones.
Pero una de las soluciones que ha dado más resultados hasta la fecha ha sido el uso de cortinas antibacterianas, estás últimas contienen iones de plata que repelen cientos de microorganismos, evitan su propagación además del crecimiento bacteriano.
Muchos dicen que son piezas costosas pero realmente representan una inversión en cuanto al lavado, recambio e incluso su colocación, en algunos casos se usan mangos desmontables que ayudan a tirar de las cortinas sin la necesidad de usar escaleras, en su mayoría tienen mangos ergonómicos que ayudan a levantarlos fácilmente sin comprometer la integridad física del trabajador.
También existe otra tecnología que usa una especie de líquido inhibidor de bacterias y lo más importante es que no tiene componentes tóxicos, la aplicación es sumamente sencilla sólo se debe rociar en las cortinas sin necesidad de quitarlas y al pasar unas horas estarán prácticamente libres de gérmenes.
Otro aspecto que los trabajadores deben tomar en cuenta incluyendo médicos, enfermeras y personal de limpieza es lavar sus manos correctamente después de tocar a un paciente, cortina o un bote de basura, ya que los todos son fuentes principales de contaminación.
Las investigaciones que se realizaron hasta la fecha han trascendido hasta la revista de control de infecciones y Epidemiologia Hospitalaria en los Estados Unidos, incluso se han presentado en conferencias científicas de la Sociedad Americana de Microbiología y la Sociedad en Enfermedades Infecciosas de América en Washington – DC, pero en todas las reuniones los expertos han llegado a una misma solución:
“El uso de cortinas antibacterianas es una de las mejores armas que tenemos en contra de los gérmenes”