Es necesario seguir normativas cuando hablamos de gases medicinales, proveedores de servicios de salud y entornos de atención sanitaria para estar seguros en cuanto a la calidad y continuidad de suministros médicos, por esa razón no podemos dejar a un lado algunas consideraciones claves en cuanto a los gases médicos que tienen cualidades asombrosas pero en grandes cantidades suelen ser peligrosos e inflamables.
Es importante señalar que si bien los órganos gubernamentales acreditados establecen directrices críticas para la salud y seguridad en la industria, no evalúan ni inspeccionan detalladamente todos los equipos de gas, instalaciones, tuberías y otras infraestructuras.

Qué medidas tomar para el suministro de gases medicinales
Por esa razón si queremos establecer un control de alta precisión los ingenieros deben incorporar sensores de presión, interruptores especiales y válvulas de aislamiento dentro de los diseños del sistema terminado.
En el caso de proyectos más grandes o complejos se incluyen colectores a medida que disponen de sensores, interruptores, válvulas y otros componentes en un solo módulo de control.
Los requisitos de instrumentación en estos equipos por lo general contemplan monitoreo de oxígeno, helio, xenón, dióxido de carbono y óxido nitroso, además de los compresores de aire grado médico y sistemas de vacío quirúrgico.
Las normativas típicas varían desde la instalación de interruptores para medir la presión en las válvulas, hasta la fabricación de sensores personalizados compatibles con cada gas, o la instrumentación completa de las tuberías de distribución de gas médico.
Dispositivos de Gases Medicinales Portátiles
Sin excepción alguna se deben especificar las concentraciones máximas permitidas en cada cilindro independientemente de su tamaño, por ejemplo en los entornos de salud más pequeños y móviles como las ambulancias y centros de triaje temporal dependen de cilindros de suministro reemplazables y portátiles, pero esto no indica que las especificaciones cambien porque también existen riesgos implicados.
Debido a los amplios rangos de temperatura externa sobre los cuales deben operar los sistemas de conmutación portátil, las configuraciones de cilindros también están equipadas con alarmas de alta presión que indican temperaturas altas, y un mayor riesgo de agotamiento del almacén de gas causado por la evaporación, en cambio las alarmas de baja presión indican requerimientos pendientes.
sistema de vacío médico Típico
Los rangos de presión varían dependiendo del tipo de gas médico, y son importantes porque la instrumentación se monitorea con los niveles de presión en los cilindros de oxígeno, óxido nitroso y otros gases médicos, generalmente se instalan entre los cilindros y el sistema de suministro de gas, también ayudan a determinar los criterios adecuados de recambio y temporización, se elige un transductor para medir la presión de entrada y otro mide la alimentación del suministro al sistema de distribución asegurando que todo se mantiene dentro de los rangos.
Los interruptores de presión grado médico también se instalan en las alarmas del cilindro para proporcionar una alerta temprana ante posibles riesgos del sistema, así como de fugas o bloqueos, pero también se usan para facilitar el cambio de modo espera a servicio.
Para estas aplicaciones se especifican colectores de presión completos con diafragmas especiales, permitiendo mantener propiedades físicas y de estabilidad en un amplio rango de temperatura permitiendo la compatible con una variedad de gases.
compresores de aire grado médico y Sistemas de Vacío
El aire esterilizado es esencial para un quirófano seguro, una sala de hospitalización y cualquier unidad de cuidados intensivos, esta ayuda a los profesionales médicos a administrar la anestesia quirúrgica adecuada y concentraciones de oxígeno inhaladas, además sirve de equipo diagnóstico y quirúrgico en taladros dentales y otros dispositivos médicos no críticos.
El aire grado médico se produce a través de sistemas especiales integrados por compresores enfriados con agua o aire, para mantener su eficacia deben estar limpios y secos así como permanecer libres de polvo, moho y aceite durante toda su operación.
Para asegurar los niveles adecuados de presión están equipados con un panel de colector automático y una reserva, cada uno programado para un rango predefinido de presión con el fin de amortiguar los ajustes, en el caso que se haya agotado un colector automático se acopla otro secundario para emergencia asegurando un flujo de aire ininterrumpido.
Los sensores de presión elaborados en acero inoxidable forman parte de un circuito de control que activa y desactiva el compresor, permitiéndole controlar automáticamente la presión de alimentación, al hacerlo garantiza que la misma permanezca dentro de su rango predefinido.
Una función ideal es que pueden personalizarse con rangos de presión específicos de aplicación, puertos, conectores, cables y salidas eléctricas, además actúan como alarmas proporcionando una alerta temprana si los niveles caen por debajo de los valores aceptables.
En cambio los sistemas de vacío funcionan desde una fuente controlada de forma central, son esenciales para la succión quirúrgica como para generar condiciones de presión negativa dentro de cámaras ambientales.
Sistemas de gasoductos médicos
Se usan para transportar una variedad de gases medicinales 100% combustibles incluyendo oxígeno, aire médico y anestesia desde almacenes centrales y secundarios hasta áreas designadas, por lo general están construidos en cobre para soportar la entrega de gas médico de alta y baja presión dentro de hospitales, laboratorios y otros entornos clínicos.
La naturaleza altamente corrosiva de ciertos gases hace que las tuberías sean propensas a la corrosión, humedad, moho, tensiones de presión y otros daños mecánicos.
Con el tiempo estos factores contribuyen a las fugas de tubería, y en un ambiente de suministro de oxígeno tales fugas representan un riesgo especialmente alto de incendio o combustión, así como daños a la salud del paciente causados por reservas de oxígeno agotadas ya que cualquier fuga cruzada aumenta aún los riesgos de hipoxia, pero la solución es el uso de colectores que permiten el ajuste manual o automático de presión del gas de grado médico.