Transiciones de la atención o de cuidado
En términos médicos, la expresión “transiciones de la atención o de cuidado” hacen referencia al movimiento de pacientes entre los profesionales de la salud, los entornos y el hogar, a medida que cambian sus condiciones y necesidades de atención.
En otras palabras, las transiciones de atención tienen que ver con el cambio de entorno y de cuidado en las distintas fases médicas del paciente, de acuerdo con su estado de salud, su evolución y sus requerimientos:
Para graficarlo con un ejemplo, las fases que transita un paciente podrían clasificarse de la manera que presentamos a continuación:
- Recibir atención primaria, por parte de un médico de atención primaria o de un especialista, en un entorno ambulatorio
- Pasar al médico del hospital y al equipo de enfermería durante una hospitalización
- Ser dirigido con otro equipo de médicos y enfermeras en entornos de atención especializada
- Finalmente, regresar a casa donde recibirá atención de una enfermera visitante o apoyo de un familiar o amigo
Errores en las transiciones
De acuerdo con varios informes especializados, en las transiciones de atención se cometen errores, las cuales conllevan a un gasto adicional para el paciente.

Qué son las transiciones de la atención o de cuidado médico
En este sentido, las soluciones para hospitales que controlen estos procesos son necesarias.
El 80% de esos errores tienen que ver con una falta de comunicación entre los encargados del cuidado del paciente entre fase y fase.
Por su parte, algunos reportes indican que de cada 4 errores médicos, 1 de ellos se comete en torno a la prescripción o administración.
Puntos clave para disminuir los errores
Explicado esto, es recomendable que los médicos se centren en tres momentos a lo largo de la atención continua del paciente, para garantizar la mayor seguridad posible al paciente:
- Tras la admisión a la instalación de salud
- Durante la recuperación del paciente en el centro de salud
- Tras el alta del centro de salud
El ingreso
Cuando una persona ingresa a un recinto de salud se trata de un momento crítico porque se trata del período más riesgoso en sí mismo y que influirá en el desarrollo de todas las demás fases hospitalarias.
Dada la importancia y delicadeza de esta etapa, debe hacerse con prontitud una evaluación de riesgos.
Es decir, el personal médico debe utilizar herramientas de detección para identificar a los pacientes de alto riesgo antes de que se efectúen los procedimientos que se tengan que realizar.
Si bien esta evaluación debe aplicarse en todos los casos, existen poblaciones particularmente susceptibles o riesgosas que, por lo tanto, deben ser atendidas con mayor urgencia:
- Pacientes maternas
- Pacientes con accidente cerebrovascular
- Potenciales pacientes que reciben opiáceos, que son particularmente susceptibles a sufrir sobredosis o depresión respiratoria
En todos los casos, resulta vital que los resultados de esos exámenes sean informados a todos los responsables del paciente una vez que sea ingresado
La recuperación
Después de procedimientos quirúrgicos, frecuentemente se utilizan bombas de analgesia controlada por el paciente (PCA) para controlar el dolor.
Como consecuencia, se corre el riesgo de que sean administradas dosis incorrectas, que pueden generar una insuficiencia respiratoria relacionada con los opioides.
Por tal motivo, vale la pena recurrir a la lista de verificación de seguridad de PCA.
Se trata de un documento gratuito, desarrollado por expertos, que contiene información de valor para disminuir los riesgos de eventos a propósito de los opiáceos.
Por su parte, también se recomienda una continua monitorización electrónica en caso de que el paciente reciba opiáceos.
Ello implica la implementación de monitores de pulsioximetría y capnografía, ya que los controles puntuales intermitentes no son suficientes para detectar los signos de depresión respiratoria relacionada con los opioides.
El alta
Así como uno de los enemigos latentes de la salud es la automedicación, también lo es la falta de adherencia de los pacientes al tratamiento médico recomendado por el médico.
Según estimaciones, una vez dado el alta, alrededor del 50% de los pacientes no toman adecuadamente los medicamentos indicados, lo que retarda la mejoría e, inclusive, puede generar complicaciones.
Como se trata de un entorno que escapa de las manos del médico, este debe cerciorarse de que tanto el paciente como sus familiares comprendan a cabalidad lo que deben hacer una vez que se otorgue el alta.
Es indispensable que los individuos involucrados entiendan el proceso por el que atraviesan.
Preguntas antes del alta
Aquí te ofrecemos una lista simple de preguntas que los médicos pueden implementar para asegurarse de que se cumplan las prescripciones que él está indicando.
Lo ideal es que las respondan satisfactoriamente tanto el paciente que dará de alta, como sus familiares y otras personas que lo vayan a cuidar.
Las preguntas son las siguientes:
- ¿Se han agregado, detenido o cambiado algunos medicamentos y por qué?
- ¿Qué medicamentos debo seguir tomando y por qué?
- ¿Cómo tomo mi medicamento y por cuánto tiempo?
- ¿Cómo sabré si mi medicamento está funcionando y qué efectos secundarios miro?
- ¿Necesito alguna prueba y cuándo reservo mi próxima visita?
Finalmente, el médico tratante debe imponer un régimen de evaluaciones periódicas, es decir, debe pautar nuevas visitas para conocer el avance del paciente y allí verificar que se estén surtiendo los efectos esperados.