Actualmente los hospitales a nivel mundial están invirtiendo en sistemas robóticos para cirugías y servicios médicos a distancia (telemedicina) aumentando su capacidad para atender pacientes sin limitantes geográficas, la razón es que la población de tercera edad aumenta y los médicos realmente no se dan abasto.
Máquinas como el sistema quirúrgico da Vinci y el robot médico de Presencia Remota RP-7i conectan a pacientes que necesitan atención especializada con médicos que pueden ayudarlos a cientos de kilómetros sin problemas.
Por otro lado es curioso saber que una idea tecnológica nacida en la ciencia ficción sea una respuesta prometedora a las desafiantes realidades de la salud moderna.
En la popular historia de ciencia ficción “Waldo” de Robert A. Heinlein en 1942, un hombre físicamente incapacitado estaba mecánicamente dotado y construyo un conjunto de «manos» automatizadas que le dieron fuerza superhumana y otras destrezas, Waldo podía duplicar sus movimientos exactos de la mano sana en numerosas aplicaciones (en ese entonces ficticias) incluyendo microcirugía a nivel celular.

Sistemas quirúrgicos robotizados incorporados a la telemedicina
Pero la ficción pronto chocó con la realidad cuando la industria nuclear inventó un gadget real apodado Waldo, este era capaz de manipular de forma segura materiales radiactivos desde una ubicación remota, así nació una nueva industria sin ni siquiera saberlo.
70 años más tarde los robots médicos siguen siendo una tecnología emergente, pero fuerzas como la reforma de la atención sanitaria, la escasez de médicos y el aumento de los costos en la atención hospitalaria están impulsando su aceptación como nunca antes.
Los defensores de la cirugía robótica afirman que el robot quirúrgico da Vinci logra resultados significativamente mejores que la radiación o la cirugía tradicional, sobre todo en procedimientos delicados como la prostatectomía radical para el cáncer de próstata, dicen que la cirugía robótica puede eliminar más tejido canceroso con menos interrupción de las terminaciones nerviosas adyacentes que otros métodos, ayudando a reducir la recurrencia del cáncer sin interrumpir la función sexual, es por eso que alrededor del 85% de los hombres sometidos a cirugía de cáncer de próstata están eligiendo centros médicos que ofrecen cirugía robótica en sus salas de operaciones.
Introducido en 1999 el sistema da Vinci sigue siendo el estándar para cirugías cardíacas, colorrectales, ginecológicas, torácicas, urológicas, de cabeza y cuello.
Las entrañas del sistema incluyen cuatro brazos robóticos, un sistema de visualización tridimensional de alta definición y una nueva familia de instrumentos especializados con la tecnología patentada «EndoWrist» de Intuitive Surgical, los dispositivos tradicionales como fórceps, escalpelos, retractores y conductores de sutura han sido adaptados para la edad robótica con 7 grados de libertad, un amplio rango de movimiento y menos riesgo de los temblores en manos de los cirujanos, cada día los equipos para hospitales evolucionan más.
La tecnología robótica e informática del sistema trabajan juntas para escalar, filtrar y traducir los movimientos de la mano del cirujano en micro deslizamientos que guían los instrumentos, al igual que Waldo en la ciencia ficción, los cirujanos sentados en una consola de visualización y control ubicada cerca o incluso a kilómetros de la sala de operaciones, utiliza controles manuales para manipular los instrumentos como si fueran títeres de alta precisión con cada movimiento de la mano, muñeca o dedos.
Pero como todo la cirugía robótica tiene sus críticos, especialmente aquellos preocupados por su costo en comparación con procedimientos tradicionales, sin hablar de la inversión que debe hacer la administración de los hospitales, una especialista en el tema y directora de investigación médica del Intuitive Surgical reconoció que un sistema típico «te costará tanto como un cirujano de oro sólido, pero es una inversión de capital bastante grande y una vez que lo tienes tus costos de procedimientos bajan radicalmente.»
Los siguientes desafíos en la cirugía robótica son hacer que la técnica sea más rápida y fácil de usar en operaciones complejas, lo cual es clave para su uso rutinario y rentabilidad, actualmente se está trabajando con prototipos que eliminan la necesidad de mover el robot para alcanzar áreas adicionales del cuerpo, y agregar nuevas capacidades de visualización para ver más allá de la superficie.
Diferentes especialistas predicen que en los próximos 40 a 50 años la cirugía será completamente automatizada, el papel del cirujano evolucionará para incluir el manejo de un sistema de información completo construido alrededor del ambiente quirúrgico, lo último en cirugía sería la integración de robots quirúrgicos estilo da Vinci con tecnologías de telemedicina que permitan a los profesionales médicos consultar, asistir, supervisar o capacitar a sus homólogos en lugares distantes.
Los robots de presencia remota llevan el conocimiento de las grandes ciudades a las clínicas de las pequeñas localidades, además será posible salvar vidas en casos de emergencias tales como accidente cerebrovascular o ataques cardíacos donde un diagnóstico rápido y el inicio del tratamiento es crítico para salvar el corazón o la función cerebral.
La telemedicina aumenta el acceso del público a los conocimientos avanzados y ayuda a reducir el costo total de la atención, otro beneficio increíble es que los médicos en centros de traumatismos principales podrán evaluar remotamente a las víctimas de accidentes eliminando la necesidad de transportarlos a hospitales más grandes.