La tecnología hospitalaria ha afectado enormemente la cotidianidad, simplificando en buena medida todas las actividades y prácticas que llevamos a cabo. El área de la salud no escapa de estas características, pues los avances tecnológicos han revolucionado los métodos y han mejorado enormemente los efectos y la eficiencia de la medicina.
Hoy estamos habituados a constantes innovaciones en el mundo de la medicina que facilitan los procesos de atención a los pacientes, así como del accionar de los médicos, permitiendo mayor comodidad y haciendo más fácil la gestión, gracias a la tecnología hospitalaria.
Algunos de los artefactos y prácticas más impresionantes, siendo llevados a cabo hoy en día, pasan desde cirugía con la punta de los dedos a robots de múltiples funcionalidades, así como impresoras de 3D e incluso 4D. Además, y por supuesto, las adaptaciones al ámbito clínico de los Kinect, tablets, wearables y comprimidos con chips.
Algunas de las tendencias más reconocidas son:
Kinect
Esta tecnología es desarrollada en primera instancia por Microsoft, con fines lúdicos de las consolas de videojuegos, específicamente para el Xbox. En principio consta de una cámara que permite movilizar al personaje mediante los movimientos del individuo en cuestión, permitiendo que la interacción directa entre los movimientos del jugador y del carácter que aparece en pantalla.
El Kinect se volvió parte de la tecnología hospitalaria gracias a que el cirujano puede acceder a todo el cuadro clínico del paciente, desde el bloque quirúrgico, así como al historial, exámenes de imagen y un sinfín de cuestiones únicamente moviendo las manos.
Este avance es especialmente relevante, ya que evita que el médico se contamine, con eso se quiere decir que no se encuentra en necesidad de manipular objetos, casi en lo absoluto. De la misma manera, facilita todo el acceso a la información necesaria pertinente para la cirugía, en consecuencia, se preserva siempre la asepsia del centro quirúrgico.
Tabletas
Con la revolución tecnológica los molestos e innumerables archivos médicos de papel en depósitos o archivadores extensísimos que hacen sumamente compleja su búsqueda, se dejaron atrás por los archivos electrónicos, que únicamente ocupan el espacio físico de un celular, o como en la mayoría de casos de una tableta.
La tecnología hospitalaria facilita la búsqueda considerablemente, reemplazando el orden alfabético o de calendario que pueda existir en los archivadores por un motor de búsqueda avanzado. Asimismo, el proceso para la modificación de cualquier error que pueda surgir en el historial se simplifica considerablemente con tan solo la modificación del documento.
En ese sentido, para la prescripción de medicinas o tratamientos, así como para las constancias médicas, se envía por correo electrónico, pues al quedar allí archivado no hay riesgo de pérdida. Cada vez que lo requieras puedes acceder a tu correo para adquirirlo tantas veces como sea necesario.
Los wearable: la tecnología del futuro
Estas tecnologías hospitalarias son de las más útiles y fundamentales que puede requerir un centro clínico u hospitalario. Las tecnologías wearable permiten el monitoreo constante de los signos vitales del paciente. Existen distintos tipos, entre los más utilizados están los relojes, las fajas abdominales, manillas y entre otros.
Los wearable están especializados para medir una serie de indicadores fundamentales respecto a la salud del paciente, como por ejemplo la frecuencia cardiaca y respiratoria, la presión arterial, la glucemia, los disturbios en el sueño y muchos otros.
Esta tecnología hospitalaria permite conocer los signos vitales y, en consecuencia, la calidad de vida del paciente durante todo el día. Aquí se puede analizar en qué momentos son más constantes los picos de estrés o la reducción de los niveles de azúcar en sangre, todo con la finalidad de procurar el mejor estudio de los signos vitales del individuo.
Se estima que los wearable en un futuro podrán dar indicadores tales como el colesterol y muchos otros factores relevantes de la salud, y que sean enviados al médico en tiempo real a una base de datos específica, donde pueda procurar el control de la salud de su paciente.
Siendo un mecanismo especialmente útil en el monitoreo de los pacientes con salud más delicada, así no existe ninguna necesidad de dirigirse a un hospital todo el tiempo, ahorrando costos incluso en exámenes o consultas, haciendo de los wearable en el futuro un mecanismo indispensable para seguir de cerca la salud de cada paciente.
Impresoras 3D y 4D
Esta tecnología hospitalaria por medio de la fundición a vacuo, la fusión láser y el moldeo por inyección, las impresoras 3D y 4D permiten crear objetos sólidos de resina sintética o plástico. Además de fines educativos, es especialmente interesante como las impresoras pueden producir las distintas prótesis a medida específica en el momento que se requiera, asimismo, huesos e incluso brazos robóticos.
La diferencia fundamental entre la impresora 3D y la 4D es que esta última es mucho más especializada, permite imprimir, no solo objetos sólidos en tres dimensiones, de las proporciones exactas que se requieran, también permite que el material reacciona dependiendo de las características del ambiente en el que se encuentre. Modificando entonces su forma con el tiempo, gracias a su capacidad de adaptación, esto quiere decir, que en el futuro, la tecnología hospitalaria puede hacer que los implantes se adapten al cuerpo del paciente.
Fuente:
www.mv.com.br