La diálisis es un tratamiento que tiene como principal finalidad “limpiar” la sangre de los pacientes de toxinas que genera el organismo, electrolitos como el sodio y el potasio y el exceso de agua., los cuales se van produciendo por la deficiencia útil de los riñones.
Este proceso es realizado a pacientes que sufren de insuficiencia renal aguda durante periodos de tiempo determinados, dependiendo del nivel de afección que posean, y a pacientes con insuficiencia renal crónica en fase incompatible con la vida o terminal.
Principalmente, la diálisis se fundamenta en un movimiento de solventes (agua) y solutos (iones, creatinina, ácido úrico, urea, entre otros) a través de un catéter por los poros de una membrana semipermeable, la cual posee relación con las diferentes concentraciones de las sustancias, siguiendo los fenómenos de osmosis, difusión y filtración.
La diálisis es un proceso muy delicado, en el cual se debe tener un cuidado extremo con todo lo que tiene que ver con el aseo y la buena aplicación del tratamiento. También se le puede conocer como “Hemodiálisis”, esto porque se trata de un tratamiento que se realiza directamente a la sangre.
A través de la hemodiálisis se busca que la sangre fluya a través de un filtro destinado a limpiar y eliminar el vital liquido de desechos y líquidos innecesarios. A través de la máquina de hemodiálisis se eliminan desechos dañinos, los líquidos innecesarios y la sal, para así ayudar a regular la presión arterial y a mantener una igualdad normal entre las sustancias químicas que genera el cuerpo, como el es caso del sodio y el potasio.
Principales características de las maquinas de diálisis
Las maquinas de diálisis se encuentran compuestas por dos circuitos, uno de sangre y otro del líquido de sangre. El circuito de sangre comienza en el acceso vascular, desde el cual se bombea la sangre a través de una línea arterial hacia el dializador. Asimismo, la sangre es devuelta al paciente por una línea de sangre venosa.
La terminología es la misma para todos los casos, por esta razón, junto a las líneas hay varias cámaras y controles que son utilizados para controlar la perfusión, entradas y salidas de aire y para medir las presiones de la sangre en caso de cualquier tipo de inconveniente que se pueda suscitar.
Por lo general, el tratamiento de hemodiálisis es muy fuerte e invasivo, lo que puede generar ciertas dolencias en el paciente que se lo aplica. La aplicación suele realizarse en clínicas, porque mayormente son los espacios donde se suele contar con una mayor cantidad de tecnologías y personal capacitado para el manejo de las máquinas de diálisis. Pero, esto no excluye que también se practique en hospitales
Existen casos donde las personas adquieren sus propias máquinas de diálisis, para así llevar a cabo el tratamiento desde la comodidad del hogar. Sin embargo, para que esto se pueda realizar, es de suma importancia que los familiares se capaciten en el uso de las máquinas y en las posibles situaciones de emergencia que se podrían presentar.
Generalmente, la diálisis desde casa puede permitir que el horario de aplicación sea más flexible que el que pueden asignar en una clínica, pero así como en un centro de salud, es importante que se tenga un horario determinado para llevar a cabo la administración del tratamiento.
Consideraciones que se deben tener en cuanta cuando se va a comenzar un tratamiento de hemodiálisis
Es fundamental que se establezca un horario fijo para llevar a cabo este tratamiento. Dependiendo del grado de afección y daño renal que tenga la persona, el tratamiento se lleva a cabo de 3 a 5 horas con días de por medio, por ejemplo: lunes, miércoles, viernes y domingo de 8 a 1 de la tarde. Esto se debe a que es un tratamiento en el que se limpia toda la sangre y lleva tiempo. La programación del tratamiento siempre dependerá del paciente y de la unidad de diálisis en donde se lleve a cabo el tratamiento.
No se ha logrado determinar con exactitud si las sesiones de todos los días o las que son inter-diarias son más efectivas para llevar a cabo la eliminación de los desechos que hay en la sangre. Sin embargo, es bien sabido que con el paso del tiempo las investigaciones científicas han ido avanzando con el fin de obtener mejores resultados médicos en esta patología que ha llegado a afectar a un gran número de personas en el mundo.
La diálisis genera una serie de cambios en el cuerpo y en la rutina diaria que son inminentes y a los que el paciente debe estar atento, porque pueden llegar a ser permanentes. Es común que las personas que se practican este tratamiento tengan poca energía, dolores e hinchazón en las articulaciones y deficiencia para llevar a cabo diversas actividades. Es muy probable que se tengan que hacer ciertos cambios en la rutina diaria, como abandonar el trabajo o dejar el ejercicio, pero son cambios a los cuales se deben ir adaptando, porque la finalidad principal de la hemodiálisis es preservar y alargar la vida de los pacientes.