Las luces quirúrgicas que son utilizadas en las salas de operaciones, también conocidas como iluminación quirúrgica o luces de operación, se utilizan principalmente en los quirófanos de los centros hospitalarios y en los centros de cirugía ambulatoria, aunque también es común que se utilicen en diferentes lugares de las instalaciones de salud con el objetivo de poder proporcionar una iluminación de alta calidad para todos los procedimientos que en lugar se realicen.
Entre los ejemplos se incluyen las salas de emergencia, las salas de parto, las salas de examen y cualquier lugar donde se realicen procedimientos médicos.
Son utilizados por los médicos, personal de enfermería, cirujanos y personas en salones especiales.
Una luz quirúrgica ilumina el lugar de la operación en un paciente para brindar una visualización óptima durante un procedimiento.
Las luces quirúrgicas pueden proporcionar horas de luz brillante sin calentar excesivamente al paciente o al personal.
En la actualidad, existe una variedad de luces que son utilizadas para poder satisfacer las necesidades de proporcionar una visualización óptima durante la cirugía y los procedimientos médicos.
La luz de examen se utiliza durante los exámenes médicos, mientras que las luces de quirófano se utilizan durante los procedimientos quirúrgicos.
Tipos de luces quirúrgicas
Existen varios tipos de luces quirúrgicas que pueden ser utilizadas y que deben de ser evaluadas y estudiadas en el diseño y la construcción de un centro hospitalario, y cada una de ellas desempeña un papel específico en la iluminación antes, durante y después de un procedimiento médico. Se pueden clasificar según el tipo de lámpara o la configuración de montaje.
Las configuraciones de iluminación quirúrgica pueden incluir el montaje en el techo, en la pared o en el suelo. Según el modelo, también se puede utilizar una lámpara quirúrgica en las tres configuraciones. Una lámpara montada en el techo puede montarse en un punto fijo del techo dentro de una sala de operaciones. Del mismo modo, las luces de pared se montan en una pared del quirófano. La configuración montada en la pared se utiliza más a menudo con las luces de examen que con las luces quirúrgicas.
Para una mayor movilidad, las luces quirúrgicas de pie son autónomas y regularmente se encuentran colocadas sobre ruedas, lo que les permite trasladarse de un lugar a otro. Las luces móviles de pie se utilizan a menudo en los exámenes. Los tres tipos juegan un papel importante en la iluminación de un sitio quirúrgico durante un procedimiento.
Los 3 tipos más comunes de luces quirúrgicas son las siguientes:
Fibra óptica para iluminación quirúrgica
La fibra óptica permite que la luz se transmita a grandes distancias con una mínima distorsión ya que ésta puede emitir luz de manera controlada, lo que permite a los cirujanos visualizar en lo profundo de las cavidades. Además, la fibra permite que la luz de alta intensidad sea transmitida al lugar de la operación mientras mantiene el calor y el equipo eléctrico generador a distancia del paciente y otros equipos médicos. Estos dispositivos son inertes por lo que no presentan ningún riesgo de conducción eléctrica para el paciente o el personal de la sala de operaciones.
LED o Diodo Emisor de Luz
Las luces led ofrecen calidad, rendimiento y durabilidad. Además, tienen muchas ventajas sobre las lámparas convencionales debido a su alta eficiencia energética. Estas luces suelen tener una vida útil bastante buena y hay menos generación de calor en la fuente de luz.
Este tipo de luces brindan un tipo de iluminación sin sombras en el área de al cirugía, tienen la capacidad de manejar la luz de alto contraste para poder brindar un mejor rendimiento y de esta manera, brindar las condiciones óptimas que se deben de tener un una cirugía. Funcionan también muy bien en los techos de flujo laminar, sus costos de mantenimiento son bastante bajos lo que supone un ahorro importante para los centros hospitalarios y son luces de bajo calentamiento por lo que también brindan comodidad al paciente.
Luces de xenón
Según los expertos, el xenón blanco puro supera la intensidad óptica que ofrecen las fuentes de luz halógenas tradicionales, proporcionando un contraste más nítido y un excelente equilibrio de color para una mejor diferenciación de los tejidos. Tiene tiempos de funcionamiento más bajos pero al mismo, tiene la mayor salida de luz, lo que también significa que tiene la mayor generación de calor dentro de la fuente de luz.
Requerimientos para las luces quirúrgicas
Los requisitos de la luz quirúrgica varían según el tipo, la marca y el modelo del sistema de iluminación. El brillo de un cabezal de luz quirúrgico se mide en Lux y normalmente no supera los 160.000 Lux. Las dimensiones aproximadas son de 400-700 mm para un diámetro de cabeza de luz y el peso aproximado es de 45 kg. El peso puede variar dependiendo del número de cabezas de luz conectadas al sistema. La vida útil de una lámpara quirúrgica se mide en su valor L70, que es el tiempo que durará la luz hasta que su brillo sea del 70% de su valor original. Las luces quirúrgicas de hoy en día suelen durar entre 40.000 y 60.000 horas de uso.
Fuente:
lumitex.com
steris.com