¿No sería genial que se redujeran las caídas de pacientes débiles para asegurar su bienestar y brindar mayor comprensión y cuidado? Ahora es posible con el programa “Transforming Care at the Bedside” o TCAB, por sus siglas en inglés.
Este programa se centra en la mejora continua de la atención médico-quirúrgica en diversos centros de salud.
Además, fue probado durante 3 años en los que se redujo la tasa de caídas de diez a solo dos. Definitivamente, todo un éxito.
Este método ya ha sido discutido e investigado por cientos de dispensarios médicos y hospitales, cuya importancia asciende cada día más.
La idea es implementar planes de acción sencillos y eficaces para erradicar los tropezones o caídas en pacientes de alto riesgo.
Este factor eleva tanto al personal médico como a la institución por utilizar sistemas que verdaderamente funcionan.
A continuación, cinco de las tácticas más eficientes que pueden reducir enormemente las caídas de pacientes.
Identificar a los pacientes de alto riesgo
Te sorprenderás de los avances existentes hasta ahora sobre el cuidado de pacientes y minimización de riesgos en cuanto a caídas.
Una excelente alternativa que puede funcionar para los pacientes en riesgo es colocarles medias o calcetines de un color en específico.
Así, el personal médico puede identificarlos en cualquier área, lo que resultaría productivo para atender aquellos pacientes de alto riesgo.
También funciona la implementación y colocación de un simple dispositivo en la muñeca de los pacientes, un brazalete identificador.
Con el brazalete puesto, el paciente podrá ser vigilado de una manera más eficaz por la mayoría del personal médico.
Con identificadores simples como estos, el equipo de doctores, enfermeras y demás podrán iniciar protocolos de emergencia más rápidos.
Además, es alentador para un familiar afectado sentir que hay medidas bien planificadas para atender al paciente.
Mayor vigilancia y aumento del personal
Cuando un familiar está en cama deseamos que se recupere pronto, al ser cuidado por un equipo médico realmente profesional.
El equipo responsable del cuidado de los pacientes a veces no es culpable de la inquietud del enfermo, pero sí resulta señalado.
La capacidad del personal médico se ve mermada al permitir que un paciente llegue al suelo por falta de mecanismos útiles.
Es allí cuando surge una técnica muy efectiva: brindarle un compañero de seguridad al paciente durante largas jornadas.
Esto es positivo, ya que la visualización constante evitará que el paciente se caiga, corriendo el riesgo de lastimarse mucho más.
Este acompañante de seguridad es proporcionado por el centro médico y estaría capacitado para atender cualquier requerimiento del paciente.
Además, poco a poco se crearía un lazo mediante la compañía que pudiese resultar benéfico para manejar el aburrimiento del paciente.
La ocupación mental para evitar caídas
Otra técnica muy útil es el mantener ocupados a los pacientes de riesgo, quienes tienen altas probabilidades de sufrir caídas.
El personal médico puede desarrollar juegos para que los pacientes se mantengan en la cama y no fuera de ella.
Ahí entra el rol de los familiares cuando aportan al personal médico información de valor como temas de interés del paciente.
Al conocer los gustos o qué le atrae al paciente, los enfermeros podrán dominarlo mediante pláticas o situaciones más cómodas para el enfermo.
También resulta esencial que la familia atienda las instrucciones del equipo médico, quién podría educar y corregir fallas de la familia.
La situación de tener un familiar enfermo es estresante y realmente preocupante, sobre todo si está tan débil para levantarse.
Pero aplicando la estrategia correcta y con la ayuda de los doctores, se podrá lograr el equilibrio modificando el comportamiento mental.
Adecuar la alarma de las camas
Las alarmas de camas son muy útiles para personas que requieren de una vigilancia más estricta, para evitar caídas de pacientes.
El personal médico puede acudir al llamado de la alarma y asistir al paciente antes de que salga de su lugar.
La mayoría de estas alarmas se activa 10 segundos después de que el paciente abandona la cama, lo que significa un riesgo.
Una técnica inteligente es reducir ese tiempo a 2 segundos como máximo, así el enfermero acudiría más rápido al área del paciente.
En esos 10 segundos en que el paciente puede escabullirse, también corre el peligro de caerse y fracturarse o lastimarse mucho.
Esta estrategia busca evitar por todos los medios posibles, situaciones penosas y actuar con mayor eficiencia y rapidez.
Es por el bien de esa persona en cama, evitando que llegue mucho más lejos y pueda caerse incluso fuera de la habitación.
Rondas de vigilancia más frecuentes
Otra técnica efectiva es aumentar las rondas de seguridad, ya que la mayoría de los pacientes sufren accidentes luego de realizada la actividad.
Pero si el personal dedica solo una ronda a pacientes de alto riesgo, en realidad no estarían vigilados de manera correcta.
No es suficiente para una persona propensa a las caídas, una sola ronda, así que para ellos sería bueno al menos dos veces.
Vigilias acompañadas de la verificación de los elementos identificativos como los brazaletes, calcetines de color y la alarma de cama harán la diferencia.
Las caídas de pacientes representan un verdadero problema tanto para el personal médico como para el paciente, así que la prevención es clave.
Fuente:
beckershospitalreview.com