Cada sistema hospitalario experimenta aumentos en el flujo de pacientes bien sea previsibles o no, pero en su mayoría las instalaciones no están diseñadas para manejar ningún tipo de oleaje simplemente porque no es rentable.
A pesar de esto el personal sanitario puede hacer adaptaciones en las instalaciones siempre y cuando maneje los principios básicos tanto del problema como la solución.
Además existe una gran diferencia entre reaccionar a una oleada ya en curso y anticipar un aumento en el flujo de pacientes, y para algunos de nosotros el escenario «qué pasa si» rara vez ocurre o puede suceder con cierto grado de previsibilidad dependiendo del país, cultura e incluso sistema sanitario.

Cómo gestionar y optimizar la capacidad de los hospitales
Entonces,
¿Cuál es la mejor forma de manejar estas oleadas?
Es posible predecir las subidas de volumen de pacientes por medio del impacto en una base por turno con una cantidad justa de certeza, pero lo más razonable es analizar los datos de los censos diarios para identificar los días y horas más ocupados de la semana, una vez que se determina la tendencia el segundo paso sería preparase.
Formas de prepararse para volúmenes anticipados
Modelo de dotación adaptado al censo máximo de día y hora
Al conocer que día y hora un servicio dentro del hospital estará a millón es más sencillo asignar médicos, proveedores de nivel medio, personal de apoyo, voluntarios e incluso familiares de pacientes en tareas específicas que faciliten todo el proceso.
Pensar en el proceso de admisión
Una de las fases más importantes que se debe agilizar es el proceso de admisión para evitar la acumulación pacientes en toda la entrada, además al esforzarse en optimizar el proceso de admisión y asignación de espacio es más sencillo organizarse en el espacio.
Organizar materiales por departamento
Al preparar cada área asegurándose que contará con los suministros necesarios, carros de apoyo, equipos para hospitales e incluso el personal de primera línea es más sencillo atender y referir pacientes cuando el flujo de estos se incrementa de forma repentina.
Activar servicios de alerta
Las soluciones para hospitales no sólo incluyen quirófanos híbridos o laboratorios de análisis virológico sino también pequeñas alarmas en las unidades de hospitalización, cuidados intensivos y salas de operaciones entre otros espacios que puedan avisar si el flujo de pacientes aumento para estar preparados.
Considerar los procesos de respuesta para saber cómo actuar
Durante la planificación y ejercicios semestrales de desastres es importante que el personal represente los escenarios de «qué pasaría» y utilizar los resultados como base para los procedimientos estándares, desde los departamentos de hospitalización hasta las salas de operaciones deben saber que pasos seguir en situaciones claves que no sólo representan una emergencia.
Muchos piensan que una emergencia es sólo un huracán, incendio o problemas con armas de fuego dentro del hospital, pero cuando el flujo de pacientes aumenta en forma desmedida por un virus la afluencia de pacientes carga el espacio físico y los procesos operativos, en pocas palabras un aumento inesperado en el volumen de pacientes agrava las proporciones del personal sanitario, equipos y suministros entre otros elementos.
¿Cómo aumentar la capacidad en una superficie hospitalaria?
Lo primero es concentrarse en los pacientes que se pueden atender primero y dirigirlos inmediatamente al departamento que corresponde, es importante priorizar las emergencias reales, quien necesita realmente una cama o puede esperar en una silla de ruedas incluso clasificar cada caso para optimizar el espacio y uso de los equipos para hospitales.
También se debe crear un área que este configurada para administrar atención y tratamiento a pacientes de menor agudeza, esta misma localización también podría usarse para manejar a los pacientes con problema ambulatorios, aunque suene sencillo clasificar a los pacientes y disponer de espacios físicos para ello ayudará a liberar procesos y optimizar las fases de atención.
En estos casos los sistemas de intercomunicación enfermo-enfermera juegan un papel indispensable creando canales de comunicación asertivos para detectar y atender emergencias a tiempo entre tanto caos, claro está antes de siquiera explicarle al paciente como se usa el sistema es imprescindible decirle claramente que sólo debe ser usado para emergencias porque de lo contrario podría entorpecer el trabajo de los profesionales de salud en general.
Otra opción que debe tomarse en cuenta para optimizar el flujo de pacientes es dirigir al personal a los departamentos más necesitados pero sin descuidar las otras áreas, y como último recurso no podemos olvidar asegurarnos de que los pacientes en los pasillos sean menos agudos y/o que hayan iniciado el tratamiento mientras esperan agilizando todo el proceso.
Es mejor que los pacientes que necesitan tratamiento médico reciban esa atención en una unidad de pacientes hospitalizados y nunca improvisado en un pasillo, a veces la «mentalidad de paciente interno» supone que la presencia de médicos y enfermeras hace que el lugar sea aceptable para tratarlo pero esto no siempre es así.
Un pasillo jamás estará físicamente estructurado ni equipado para proporcionar el nivel de atención hospitalaria que los pacientes ingresados requieren.
En el artículo anterior hablábamos sobre la escasez de camas causada por aumentos previsibles en el volumen de pacientes, además describimos algunos consejos para aumentar la capacidad en una oleada inesperada pero ahora lo analizaremos desde otra perspectiva.
Por más estadísticas y estudios de horarios que determinan las horas con mayor flujo es normal que de repente lleguen muchos pacientes que no podían predecirse por medio de patrones estándares, en ese momento la idea no es pensar en el problema sino en
¿Cómo aumentar la capacidad en las unidades hospitalarias?
A pesar de que los departamentos de emergencias son conscientes de la necesidad de planificarse para la próxima pandemia no pueden manejar una marea solos, lo ideal es que las unidades receptoras cuenten con estrategias al momento de admitir a los pacientes rápidamente a medida que lleguen nuevas oleadas.
En este orden ideas sugerimos que los administradores del hospital, médicos y enfermeras titulares se reúnan regularmente para planificar el proceso de alta de cada paciente habilitando espacios y determinando prioridades en cuanto a ingresos.
Agregado a esto durante los periodos de sobretensión es vital evaluar a los pacientes que califican medicamente para el alta domiciliaria con evaluaciones inmediatas de seguimiento y/o pruebas diagnósticas haciendo una diferencia enorme en la optimización de tiempos y espacio.
Muchas veces los hospitales se centran en habilitar más camas clínicas con sistemas de rieles portavenoclisis o incluso comprar nuevos equipos para hospitales que cubran la demanda de pacientes, pero la solución puede ser más sencilla al darle de alta a pacientes que ya tenían semanas en las instalaciones sanitarias y están bien físicamente.
Salones de descarga
Algunos hospitales cuentan con estos espacios destinados para aquellos pacientes que no están preparados para ser dados de alta pero se encuentran en condiciones estables, incluso sus familiares son de gran de ayuda en estas salas para apoyarlos a la hora de sentarse, tomar agua o ir al baño, de esta forma las enfermeras no tienen que movilizarse hasta el sitio y dejar de atender a pacientes que se encuentran en condiciones realmente críticas.
Por otro lado se debe evaluar la necesidad de llamar a personal adicional o al de costumbre más temprano para aumentar la velocidad de atención en cuanto a egresos, aceptación de pacientes o atención médica, es importante ajustar la proporción de enfermeras al número de pacientes según sea necesario además de habilitar los sistemas de intercomunicación enfermo-enfermera optimizando el trabajo.
Datos infalibles
El seguimiento en tiempo real de datos en censos de urgencias, cirugía y unidades de hospitalización es el mejor predictor para determinar la capacidad disponible en pacientes hospitalizados, con este es posible desarrollar de manera proactiva un plan que se adapte a todos los pacientes admitidos previsto para ese día y evitar problemas a futuro.
Las áreas de emergencias, salas de operaciones y exámenes admiten una variedad conocida de pacientes todos los días.
Por lo tanto no debe ser una sorpresa el número de camas que se necesitan para hospitalización por día.
Es sumamente importante que los hospitales conozcan cual es este número casi a la perfección al igual que la cantidad de pacientes que pueden ser admitidos en procedimientos quirúrgicos adaptados al equipamiento en salas de cirugía.
Pocas personas saben que los gerentes y directores departamentales deben reunirse entre 2 a 3 veces al día mientras resuelven problemas de capacidad y espacio para ingresar pacientes y planear la afluencia en las próximas 24 horas, al principio toma tiempo y algunas discusiones pero con la práctica este esfuerzo puede tomar menos de treinta minutos.
También es importante crear planes para alertar a los departamentos de pacientes internos y externos de las próximas oleadas para que puedan prepararse activamente, incluso saber cuáles son los días tranquilos donde no hace faltan tanto personal o recursos siendo importante a la hora de velar por el presupuesto, la atención de los pacientes y la rentabilidad en general del hospital.
Durante las reuniones nos debemos alegar de las siguientes frases:
- “Tenemos 10 pacientes ingresados que están esperando por sus habitaciones”.
- “La emergencia está repleta y en camino vienen 5 personas con accidentes de trauma”.
- “8 pacientes tendrán que ser admitidos después de la cirugía”.
- “En cuidados intensivos no estamos llenos, pero es imposible admitir a otro pacientes porque no contamos con el personal suficiente para mantener una proporción de 1 a 2.
- “2 pacientes requieren telemetría pero esa área está repleta”
El resultado típico de este escenario es que los pacientes permanecen en la espera de ser ingresados o al ser admitidos no cuentan con la atención necesaria, en su lugar en las reuniones se debería tener un enfoque proactivo expresando las siguientes ideas:
- “10 pacientes necesitarán camas el próximo lunes ¿Cuál es el plan?”
- “Tenemos 3 pacientes que se espera sean dados de alta el lunes por la mañana por lo tanto tendremos esas habitaciones disponibles”.
- “Los terapeutas respiratorios refieren que 4 pacientes van a necesitar pruebas especiales por lo tanto ocuparan los equipos del piso 2”
La planificación y anticipación ante cualquier evento es la clave para superarlo sin problemas, y aunque ciertamente no podemos decir cuál será el día y hora de una oleada de pacientes es responsabilidad de todos los involucrados tomar cartas sobre el asunto.