Las empresas enfocadas en la construcción prefabricada hospitalaria, diseñadores e incluso los profesionales sanitarios han tomado un paso fuera de las prácticas convencionales para crear una atención 100% integral en ambientes clínicos, y no es un secreto para nadie que la naturaleza tiene efectos beneficiosos en cuanto a salud se refiere.
Pasar tiempo al aire libre ayuda a reducir el estrés y ansiedad por medio de la segregación de hormonas específicas.
Lo que lleva a tener una mente calmada creando una mejor base para la curación física y mental, incluso muchos hospitales están optando por hacer remodelaciones en las instalaciones creando senderos verdes para hacer caminatas internas, patios privados para realizar sesiones de terapia en grupo y ubicar las habitaciones de los pacientes cerca de vistas naturales.
Por ejemplo en Japón se está implementando una práctica llamada Shirin-yoku a la traducción seria “baño de bosque”, esta consiste en dar paseos extendidos a través de áreas boscosas e incluso algunos científicos han documentado los beneficios que genera a nivel físico.
El contacto con la naturaleza mejora la salud
Un estudio realizado recientemente comparó los signos vitales de pacientes que caminaban durante 15 minutos al día por áreas boscosas, mientras que otros lo hacían por áreas urbanas.

Curación con la naturaleza dentro de los recintos hospitalarios
Los resultados fueron asombrosos los pacientes que usaron la técnica de Shirin-yoku tenían la presión arterial más baja, al igual que las pulsaciones por minuto, niveles más bajos de cortisol la hormona del estrés y expresaban sentirse mucho mejor.
Por otro lado un médico de la marina en los Estados Unidos defensor del poder de la naturaleza desarrollo un proyecto para tratar a los soldados que presentaban trastornos de estrés postraumático, en pocas palabras se unió con un instituto de salud para crear caminos verdes, jardines para reuniones e incluso agregar elementos naturales en las salas de espera como cascadas para que el entorno ayudará a calmar sus mentes.
Después de unos meses de hacer actividades en grupo al aire libre, ejercicios de respiración, programas de música y otras actividades rodeados de naturaleza junto a los programas tradicionales de psicología los soldados respondieron 3 veces mejor al tratamiento.
Otros hospitales en Canadá se han sumado a esta corriente diseñando jardines en la azotea de los hospitales, salas de relajación que evocan paisajes hermoso e incluso han incluido paisajes en los techos, puertas y algunos murales ya que se ha comprobado científicamente que estos disminuyen los niveles de cortisol, calman la mente y evocan recuerdos agradables en la mayoría de los pacientes.
Beneficios para todos incluso el personal hospitalario
Pero los únicos beneficiados no son los pacientes y sus familiares sino también los médicos, enfermeras, radiólogos, administradores e incluso el personal de limpieza puede hacer uso de estos espacios en sus horas de descanso para relajarse, meditar y desconectarse un poco del estrés ligado al trabajo.
Lo interesante de este tema es que muchas investigaciones han confirmado que de esta forma el personal sanitario es más eficiente en sus labores, ofrece un mejor trato a los pacientes y familiares, se reducen los errores humanos durante las jornadas médicas al igual que el ausentismo laboral.
Por otro lado diferentes especialistas han expresado su sentir después de años estudiando el tema, uno de ellos es el ecologista de base John Muir el cual proclamó que
“La naturaleza tiene el poder de calmar la mente e inducir niveles hormonales que apoyan la curación física”
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos estado bajo situaciones de estrés e inconscientemente hemos empleado la naturaleza como medio de relajación, un ejemplo de ello es ir a caminar por un parque, respirar aire fresco y conectarse con el sonido del mar en la playa.
Resultados contundentes
Si las reflexiones de un apasionado por la naturaleza no son suficientes para ti, el trabajo mencionado por el psicólogo ambiental Roger Ulrich trae pruebas sólidas que exponen los beneficios que ofrece la madre tierra a los pacientes, en este caso el y su equipo de trabajo revisaron los registros médicos de 500 pacientes que fueron sometidos a cirugía de la vesícula biliar.
Básicamente contemplaron la disposición de las habitaciones encontrando que los pacientes con ventanales que daban hacia árboles, jardines y parques eran dados de alta mucho antes que los otros, además requerían menos medicación para el dolor y tenían menos complicaciones posquirúrgicas que los pacientes con vistas a otros edificios o puntos fijos.
La luz natural y acceso a la naturaleza desempeña un papel importante en el diseño de hospitales porque ambos factores inciden en el ritmo circadiano, este último es un proceso que cumple nuestro cuerpo cada 24 horas integrando estados de sueño y vigilia.
En pocas palabras el cuerpo sabe que debe activar sus funciones y levantarse por la luz natural o dormir por la oscuridad, cuando este ciclo se altera el paciente no tiene un sueño reparador y por ende su recuperación se verá afectada.
Aunque la naturaleza tiene efectos asombrosos en nuestro organismo debemos estar conscientes que en ningún momento reemplazará a las terapias tradicionales para tratar la depresión, condiciones metabólicas e incluso el cáncer.
Esta es sólo una herramienta más para usar dentro del diseño hospitalario del siglo 21 que va más allá de la tecnología, presupuestos millonarios o comprar de equipos para hospitales.