Cuando nos involucramos en la administración o gestión óptima de enfriadores y calderas en hospitales, no es de sorprenderse que el administrador de hospital no tenga una especialización en sistemas para gestión de energía, y seguramente deja en segundo lugar la tecnología de enfriadores y calderas.
Lo peor del caso es que representa el común denominador en centros de salud a nivel mundial, aunque existen excepciones.
Ahora vamos a suponer que el administrador sabe que los enfriadores de instalación tienen una vida útil de 23 años, eso debería hacer las cosas simples para reemplazar los enfriadores al final de su vida útil, pero esperar 23 años podría ser un gran error y posiblemente sería un importante desperdicio de dinero debido a las fallas operativas.

Gestión óptima de enfriadores y calderas en hospitales
Además esta espera prolongada en la mayoría de los casos viola los códigos relacionados con los refrigerantes y requisitos de seguridad asociados, entonces
¿Quién es el responsable de evitar este tipo de errores?
Es un trabajo en conjunto del administrador del hospital junto el gerente que supervisa los sistemas de energía, el problema con los enfriadores y calderas que respaldan la electricidad en hospitales es que en su mayoría emplean sistemas ridículamente antiguos.
Hoy en día muchos de los enfriadores y calderas en centros de salud son ineficientes cuando se juzgan sobre la base de eficiencia energética y operativa, cuando estas plantas y los sistemas de control están técnicamente atrasados inevitablemente tendremos fallas operativas, desperdicio de energía y más importante aún de dinero que podría ser invertido en otros proyectos.
El deber ser es que los gerentes de energía expliquen a los administradores 3 cambios claves que se desglosan de las nuevas tecnologías energéticas incluyendo: sistemas de calderas descentralizadas, planes de gestión y control de energía automatizado con diseños adaptables.
Ciertamente estos 3 cambios requieren nuevas inversiones significativas especialmente las actualizaciones de enfriadores y calderas, pero con el tiempo reducirán fallas y asesorías de proveedores que requieren mucho dinero.
Por otro lado estos sistemas suelen ser demasiado complejos y los administradores podrían pagar caro por esta innecesaria complejidad, así que deben estar listos para reconocer que estos cambios serán vitales en cuanto a la comodidad y seguridad de los pacientes, personal y visitantes, mientras que replantean a largo plazo los ahorros mejorando el ambiente físico.
Sistemas de agua refrigerada con flujo primario
Los primeros sistemas de refrigeración sólo proporcionaban un flujo constante de agua enfriada en toda la institución, esta tecnología dio paso a configuraciones ingeniosas que tuvieron popularidad en su momento donde el agua helada fluía de un bucle primario a la planta que servía al hospital, mientras que las dependencias recibían refrigeración de tuberías secundarias.
Pero hoy en día estos sistemas están obsoletos siendo reemplazados por enfriadores y bombas múltiples, en pocas palabras ambas mejoran la distribución del agua, ahorran energía y dinero variando el flujo del enfriador a través de los evaporadores.
De esta forma los hospitales pueden optimizar el uso de sistemas de bombeo suministrando sólo la cantidad necesaria de agua enfriada para satisfacer la carga de enfriamiento del edificio.
Es importante tomar en cuanta que los enfriadores no sólo sirven para evitar problemas con los equipos para hospitales en salas de operaciones, emergencias o quirófanos híbridos, sino también apoya el funcionamiento de los compresores de aire grado médico, bombas de vacío y maquinas especializadas.
Una de las principales ventajas de los las enfriadores y calderas modernas es que los sistemas crean automáticamente una diferencia en la temperatura del agua desde la planta enfriadora y su regreso.
Este simple hecho asegura que el sistema extraiga suficiente calor del aire y luego lo transfiera al agua enfriada, de esta forma se devolverá a los enfriadores con una temperatura perfecta asegurando que permanezcan cargados, además reduce la energía utilizada para el bombeo abaratando costos, reduciendo tuberías, sistemas eléctricos, auxiliares y eliminando bombas.
Otro factor importante que impulsa a mejorar los enfriadores es la eliminación reglamentaria de tóxicos debido a su efecto nocivo sobre la atmósfera, en este caso lo mejor es instalar sistemas específicos para detección de fugas y ventilación, incluso se recomienda separar físicamente la planta de las calderas de las enfriadoras.
Descentralización de las calderas
Algunos beneficios de un sistema descentralizado podrían incluir un aumento de la eficiencia, mayor seguridad y menores costos de reparación, además esta es una forma inteligente de satisfacer las necesidades actuales de distribuir el vapor.
Los hospitales de hoy a menudo tienen varios edificios junto un espacio de oficinas médicas, y en lugar de alojar todas las fuentes de vapor dentro de una central de energía, un sistema de calderas descentralizado significa que cada edificio tiene su propia caldera independiente evitando problemas a futuro.
Un poderoso argumento para la descentralización es que las nuevas tecnologías han hecho que las calderas modernas sean mucho más eficientes que en el pasado, además ahorran dinero, espacio y consumen menos energía que una caldera antigua.
Automatización y control de edificios
Este sistema asegura que la institución se mantenga al día con los cambios tecnológicos dentro de sus operaciones y sus propios equipos, y también son ideales para la entrega de información a diferencia de hace 30 años donde la mayoría de sistemas se controlaban mediante usando tecnologías analógicas.
En cambio los sistemas automatizados actuales utilizan una interfaz gráfica junto con un sistema de respuesta rápido y controles digitales altamente precisos, de esta forma los operadores son capaces de recibir y comprender información vital rápidamente.