Cuando le damos más espacio a un gas médico este llenará inmediatamente toda el área y lo mismo ocurre con las personas, al entender este principio es posible aprender lecciones importantes en el diseño de hospitales, y curiosamente cuando un departamento de emergencia, sala de operación o laboratorio de análisis virológico tiene demasiado espacio en realidad puede relentizar todos los procesos involucrados.
¿Cómo encontrar el equilibrio adecuado?
Lo primero es determinar cuáles son los objetivos reales y crear procesos más eficientes para centrarse en el trabajo real: “El cuidado de los pacientes”, pero ¿Cómo se logra esto? Básicamente analizando datos y construyendo modelos de simulación por computadora para cuantificar como mejorar procesos relacionados con los pacientes, sus familiares e incluso con el personal sanitario agilizando registros y tratamientos.
En este caso los modelos ayudan a que el equipo de trabajo integrado por ingenieros, arquitectos, contratistas, diseñadores y plomeros entre otros determinen cuanto espacio será el ideal para cada departamento basándose en sus necesidades como orientación, disposición y dimensiones que podrían facilitar remodelaciones a futuro sobre todo si se usan áreas hospitalarias móviles prefabricadas.

¿Cuánto espacio asignar a las áreas de un hospital?
Los expertos en el tema expresan que casi siempre se necesita menos espacio y camas de lo piensan los administradores de hospitales, pero esto no quiere decir que el espacio es malo sobre todo si la última remodelación fue hace 15 o 20 años atrás, de esta forma no es difícil entender porque es una necesidad ubicar tantas habitaciones como sea posible en el nuevo espacio aunque no sea el enfoque más efectivo.
¿Es mejor menos o más espacio?
Aunque suene contraproducente los profesionales sanitarios trabajan mejor operando en espacios más pequeños porque pueden comunicarse mejor con otros colegas, recorren distancias más cortas para tratar a sus pacientes y los traslados de estos últimos no son tan riesgosos.
Claro está el diseño hospitalario en espacios reducidos requiere pensar en cada detalle para aprovechar todos los rincones, algunos consejos son usar sistemas de rieles portavenoclisis para ahorrar el espacio que ocupan los parales, ubicar tomas para gases medicinales en consolas para encamados y sistemas de brazos articulados en salas de operaciones.
Además es importante implementar mejoras en los procesos como por ejemplo el sistema empleado para los ingresos, de esta forma se evitan los cuellos de botella en la recepción y al mismo tiempo el personal podrá trabajar más rápido, no tendrá problemas de desplazarse y atender a los pacientes.
Otra consideración es modificar los coeficientes para dotación del personal, en este caso la mayoría de profesionales sobre todo en emergencia han encontrado que una proporción de personal de 4 camas a 1 enfermera funciona mejor que otras opciones, esto significa que incluso al ubicar 5 camas en el área las enfermeras podrían brindar una mejor atención con un paciente menos, aquí también se aplica la calidad antes que la cantidad.
Por supuesto la cama adicional permitiría que el personal atraiga más pacientes e ingresos en vez de hacerlos esperar pero ¿A costa de qué?, aunque pasen inmediatamente a una cama clínica tendrán que esperar muchísimo para ser atendidos y la imagen que les quedará del hospital no será para nada agradable.
¿Como afecta el espacio, se es más o menos productivo?
En todo departamento es vital encontrar ese “punto clave” entre productividad, eficiencia y atención integral al paciente, en su mayoría ese punto se encuentra en un 70% a 80% de utilización del espacio en general, al “rellenar” el área con camas clínicas pero no integrar más personal no tiene sentido e igualmente dejar espacios vacíos que podrían utilizarse de forma funcional con fines clínicos específicos.
Encontrar el equilibrio es todo un arte y varia en gran medida de un hospital a otro, si el personal está demasiado ocupado podría sentirse agotado rápidamente comprometiendo la atención médica, y al contrario con tasas bajas de trabajo disminuiría la productividad en el departamento sin importar su especialidad.
Este problema no es exclusivo de los hospitales o la industria de salud en general, todos lo hemos experimentado en nuestra vida cotidiana cuando un día entero pasa por nuestros ojos sin hacer nada pensando que perdemos el tiempo, pero si tenemos muchas tareas podríamos estar atareados a pesar de organizarlas muy bien.
Si te gustaría saber más sobre este tema de espacio e interés podrás encontrar información sumamente interesante en el libro “Escasez” de Sendhil Mullainathan y Eldar Shafir, los autores discuten algunas investigaciones de vanguardia abarcando cómo la escasez afecta muchos aspectos de nuestras vidas tanto profesionales como personales.
Incluso comparten un estudio de caso relacionado con la salud en un centro de cirugía muy ocupado, este operaba a casi el 100% de su capacidad durante el horario pico, y la instalación llegó al punto en el que a menudo tenían que posponer las cirugías electivas.
Por último pero no menos importante la única forma de saber cuántas habitaciones necesitas realmente una sala de emergencia u hospitalización es hacer una revisión del personal e instalaciones a profundidad, además es importante evaluar los procesos de admisión, datos y luego construir un modelo de simulación de cuánto espacio realmente se necesitará tomando en cuenta limitaciones como el tipo de paciente, cuándo llegan, el volumen de los mismos, la agudeza de sus patologías y los modelos de dotación eficientes para el personal.