¿Estuviste en una sala de cirugía en el último par de décadas? Y si el médico hubiera escuchado su música preferida mientras operaba ¿Los resultados serian diferentes? Existe un creciente debate en el campo médico acerca de si la música en la sala de operaciones realmente ayuda a los cirujanos o crea una distracción potencialmente peligrosa.
De por si dentro de las salas de operaciones los ruidos se hacen notar dependiendo del procedimiento quirúrgico que se practique, entre herramientas metálicas, zumbidos de los instrumentos eléctricos, monitores emitiendo señales, alarmas que resuenan y el equipo de profesionales de salud interactuando para que todo se lleve a cabo lo mejor posible. Un día normal dentro de este ambiente será totalmente ruidoso y diferentes estudios indican que alrededor del 40% del tiempo el nivel de ruido en la sala de operaciones alcanza los 100 decibelios, y cuando son procedimientos traumatológicos donde se usan cinceles o mazos contra los huesos el volumen puede aumentar hasta 120 y 130 decibelios ( el promedio de una sirena de ambulancia), de por si los niveles son tan altos que todo el personal de cirujanos y enfermeras tienen un alto riesgo de pérdida auditiva a largo plazo.
Y sin embargo en muchas salas de operaciones en todo el mundo altavoces para iPod y Bluetooth están tocando rock clásico o las últimas canciones pop, una anestesióloga americana indica que “la música es un tipo especial de ruido”, los defensores de que la sala se impregne de notas musicales respaldan que la música ayuda a enmascarar los ruidos más estresantes lo cual es útil para las personas presentes, al igual que los cirujanos pueden estar más tranquilos y realizar un trabajo de calidad así indican algunos estudios, mientras otros dicen que pueden ser una total distracción y perjudicar el procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo.
La música ha sido parte de las cirugías por lo menos desde 1914, cuando un médico llevo un gramófono a la sala de operaciones para ayudar a calmar a sus pacientes antes y durante la anestesia, la práctica se hizo aún más común durante la década de 1930 y fue un tema popular en las revistas médicas de la época, que recomendaban música relajante y suave para los pacientes mientras que contraindicaban el jazz o melodías sentimentales que incrementarán su estado de ansiedad.
Hoy en día la música es casi omnipresente en los quirófanos de todo el mundo, más de la mitad del personal de la sala de operaciones en la India describe la reproducción de música en estos espacios como «algo común», el 63% de los médicos y enfermeras en Israel dijeron que escucharon regularmente música durante las cirugías en años pasados y el 72% de los anestesiólogos en Reino Unido participan en esta misma práctica, pero estas melodías hoy en día no son para los pacientes sino también para el personal.
Algunas salas de cirugía desde su diseño incorporan la conexión necesaria para que esta práctica se lleve a cabo, demostrando que la construcción de hospitales todos los días cambia y se adapta a la nueva era tecnológica. Un especialista genero una hipótesis sumamente interesantes sobre este tema indicando lo siguiente «Creo que escuchar música no ayuda a que el cirujano este realmente centrado, más bien contribuye a mejorar el enfoque y memoria muscular en general para disminuir el estrés «, de esta forma el efecto no resaltaría en la concentración si no disposición y relajación del equipo médico.
Hace uno años se llevo a cabo un estudio con residentes de cirugía plástica, y demostró que el grupo que escuchaba música relajante de su gusto mientras realizaban las incisiones finales generaban un trabajo prolijo y eficiente llegando a trabajar entre un 8% y un 10% más rápido y mejor
Por otro lado esta acción parece ser una distracción para los demás miembros del personal quirúrgico; los cirujanos han conseguido la mayor parte de la atención en los estudios sobre los efectos de la música en el quirófano, pero una cirugía exitosa es un esfuerzo coordinado que también se basa en los anestesiólogos, enfermeras y técnicos. Artículos recientes en revistas profesionales de enfermería han expresado su preocupación acerca de cómo la música en la sala de operaciones afecta a la comunicación y el trabajo en equipo durante la cirugía, y los anestesiólogos también han intervenido en cuestiones de distracción y de la comunicación.
Un grupo de enfermeras sintieron curiosidad por esta temática, y decidieron revisar 20 videos de cirugías en un hospital universitario de Londres, encontraron que los cirujanos tuvieron que repetir las solicitudes a las enfermeras cinco veces más frecuente en cirugías donde la música estaba jugando. «El impacto de la música fuerte en las comunicaciones que parece estar claro», escribieron las autores. En pocas palabras se dificulta la capacidad de las enfermeras para escuchar y por lo tanto necesitan más tiempo para procesar la información y llevar a cargo las órdenes, ¿Cuánto tiempo se pueden retrasar? pueden oscilar desde unos segundos a poco más de un minuto pero si hay una emergencia en medio de una operación los segundos cuentan.
Pero si hablamos desde el punto de vista legal la Organización Mundial de la Salud en su último acuerdo indico que uno de sus objetivos es mejorar la comunicación entre el personal quirúrgico, y alentar a los miembros más jóvenes del equipo para hablar sobre las preocupaciones de seguridad; entonces la utilización de música en la sala de cirugía podría ser un nuevo tema de estudio en los próximos años para cumplir con los objetivos que se han marcado a nivel mundial.