Existen técnicas dentro de la medicina que evoluciona con el paso de los años, adaptándose al descubrimiento de nuevas patologías, cambios en los conocimientos pasados e integrando diferentes visiones, en el caso del equipamiento para hospitales muchas son las herramientas que sufren modificaciones, pero actualmente se desarrollo una muy interesante que cambia la última fase de las cirugías pasando a ser “suturar sin puntos” ¿Consideras que esto es posible?, ¿Seguro? O ¿Viable?
Ingenieros mecánicos que han trabajado en vuelos espaciales han aplicado diferentes principios para crear herramientas más pequeñas y compactas diseñando instrumentos quirúrgicos robóticos, se prevé que las incisiones quirúrgicas sean tan pequeñas que puedan sanar por si solas sin suturas o puntos de por medio, eliminando riesgos de queloides, cicatrices infectadas y deformaciones estéticas. Lo que hace de esta tecnología una herramienta útil no es solo el hecho de modificar equipos médicos, sino reducir al mínimo los múltiples riesgos que puede desencadenar una herida abierta, el cuerpo humano es hermético y al realizar una incisión se interfiere con su balance así que nos podemos encontrar expuestos a infinidad de problemas, pero el hecho de reducir al minino estas alteraciones llega a ser impresionante.
El equipo está desarrollando pinzas tan pequeñas que pueden pasar a través de un agujero de 3mm, si lo adaptamos a la realidad aproximadamente es el grosor de un cable para un ordenador o teléfono móvil siendo súper delgado para un equipo médico, basaron algunas de sus aplicaciones en el robot quirúrgico Da Vinci que permite a los cirujanos realizar operaciones a través de pequeñas incisiones como la extirpación de próstata, denominaron la tecnología con el nombre “origami”, muchas personas refieren que no entienden como por medio de una incisión pequeña puedan llevar a cabo operaciones donde se tienen que manipular órganos mucho más grandes, pues la idea es crear dispositivos que se puedan insertar en una pequeña incisión y luego se despliegan en el interior del cuerpo para llevar a cabo una función quirúrgica específica.
La industria de instrumentos quirúrgicos ha llegado a su límite en el tamaño, ya que se les hace imposible crear diseños más pequeños con los modelos tradicionales, y esa es la principal razón de reclutar profesionales en otras áreas que ayuden a desarrollar esta tecnología como lo son los ingenieros mecánicos, ya no es solo el trabajo de los cirujanos, la enfermeras o científicos hace falta un trabajo entre equipos multidisciplinarios para suplir los retos a los que se enfrenta todos los días la industria médica con las enfermedades.
El equipo de la universidad estadounidense también está trabajando en un concepto llamado «D-Core«, de esta forma el instrumento comienza como una forma plana que se puede insertar a través de una pequeña incisión, a continuación, se expande para convertirse en dos superficies redondeadas que ruedan unas sobre otras más bien como el movimiento realizado por los discos adyacentes en la columna vertebral, así se reducen los problemas de pasadores y puentes para permitir el movimiento.
Los investigadores informan de sus ideas sobre D-Core y cómo podría funcionar en un artículo publicado hablando sobre el mecanismo y teoría de la máquina, en este documento se incluye una descripción de los modelos físicos que muestran la fabricación de una sola hoja, almacenamiento plano y estados de implementación, realmente se aplicaron a algunos productos sanitarios los mismos principios que se utilizan en el desarrollo de equipos espaciales para la NASA, sobretodo tomando nota de la similitud de necesidades.
Quienes diseñan herramientas para naves espaciales quieren que sus productos sean pequeños y compactos ya que el espacio es un bien escaso en ese entorno, pero una vez en el espacio quieren que esos mismos productos sean grandes, tales como paneles solares o antenas, si nos detenemos a pensar las finalidades son distintas entre equipos para naves espaciales y salas quirúrgicas pero los objetivos realmente son los mismos herramientas de calidad, compactas, pequeñas y desplegables de forma segura.
Estos pequeños instrumentos permitirán toda una nueva gama de cirugías a realizar, algún día podrían ayudar a la manipulación de estructuras tan pequeñas como los nervios, siendo herramientas vitales en el abordaje de patologías neurológicas cosa que hoy en día se puede llevar a cabo pero con múltiples riesgos y miles de impedimentos. La creación de estos equipos podría cambiar radicalmente la forma en que se trabaje dentro de las salas de cirugía llegando a campos inimaginables.
Las innovaciones en el área de ingeniería están trayendo muchos beneficios a la salas de operaciones, un digno ejemplo es la cirugía realizada a principios de este año de trasplante de riñón de un padre a su hijo de 2 años de edad, con la ayuda de una impresora de riñón 3D, ¿Años atrás hubiéramos pensado que esto era posible? La respuesta de la mayoría de persona seria un gran “NO”, debemos pensar en la tecnología como nueva herramientas que nos ayudaran a solucionar problemas no invasores que modificaran el curso remplazando al personal humano.