El papel que cumple un administrador dentro de las instalaciones sanitarias es sumamente importante sobre todo cuando se enfoca en la prevención de infecciones y atención al paciente, ya que en los últimos años las infecciones asociados al cuidado de la salud se han convertido en una preocupación creciente.
Existen cuatro riesgos importantes en el control de infecciones relacionado con hospitales que han sido estudiados por parte de agencias reguladoras a nivel mundial, al abordarlos adecuadamente los administradores hospitalarios podrán mejorar indudablemente la experiencia del paciente en las instalaciones sanitarias.

Gestión efectiva de los 4 riesgos en el control de infecciones
Estos riesgos van desde problemas con el flujo de aire hasta alteraciones en los sistemas de agua, y enfatizan el rol tan importante que cumplen los administradores en las instalaciones de salud actuando en base al control de infecciones, ¿Quieres conocer cuáles son estos riesgos? Entonces no te pierdas la información a continuación.
Los principales 4 riesgos en el control de infecciones
Presurización y ventilación inadecuada de áreas sensibles dentro del hospital
La ventilación es fundamental al prevenir infecciones por eso es indispensable que los administradores regulen adecuadamente el uso de compresores de aire grado medico y la presurización en las instalaciones, de esta forma no sólo es posible proteger a los pacientes sino también a sus familiares, visitantes y personal sanitario.
En pocas palabras la presurización positiva protege a los pacientes y la presurización negativa protege a los cuidadores y controla malos olores, para proteger a los pacientes que están inmunocomprometidos o que han sido sometidos a una cirugía invasiva el flujo de aire debe dirigirse fuera de la habitación en la que está alojado para protegerlo de infecciones, un ejemplo claro de esto son las salas de operaciones.
En cambio en áreas de aislamiento de pacientes que representan una fuente potencial de contaminación el flujo de aire debe ser dirigido desde fuera de la habitación hacia el cuarto del mismo, este principio también se aplica en salas de servicios sucias donde los olores necesitan ser controlados como por ejemplo los servicios de lavandería.
Es importante identificar las áreas que necesitan ventilación especializada y sus requisitos adicionales incluyendo humedad relativa y cambios de aire por hora, en este caso los administradores hospitalarios deben estar bien informados de estos requisitos y garantizar su cumplimiento.
En este orden de ideas asegurar la presurización y el cumplimiento adecuado comienza con un inventario actualizado de todas las áreas de ventilación especializadas por ejemplo: salas de operaciones, farmacias y servicios de lavandería, en este caso la mejor forma de validar la presurización en estas áreas es realizar pruebas de equilibrio y contar con sensores electrónicos.
Las áreas de alto riesgo como las salas de operaciones deben ser inspeccionadas y probadas al menos una vez por semana o de lo contrario tener un monitoreo en tiempo real, los espacios que son menos críticos como los servicios de lavandería se pueden probar anualmente o cada 6 meses, pero el monitoreo de rutina es una parte vital del programa.
Por último la educación del personal en los pisos de atención al paciente contribuye en gran medida a mantener la presurización, estos necesitan ser informados de las áreas donde las puertas deben ser cerradas para mantener la presurización negativa al igual que los espacios donde hay antesala.
Polvo y contaminantes provenientes de espacios en reconstrucción
Cada proyecto de reconstrucción plantea riesgos potenciales para los pacientes y el personal sanitario como por ejemplo: la exposición al polvo, ruido, vibraciones, olores y productos químicos asociados, por esta razón es importante evaluar los controles necesarios antes de comenzar cada proyecto de construcción hospitalaria.
Además los administradores deben trabajar con varios departamentos incluyendo el de control de infecciones, salud, seguridad ambiental y el equipo de construcción para determinar los procedimientos necesarios en cuanto a control de seguridad y presión, el problema es que cada departamento habla literalmente un idioma diferente y tienen prioridades variadas según su competencia.
Determinar la presurización apropiada para proyectos de construcción de gran escala es especialmente desafiante, sabiendo esto los administradores sanitarios deben ser conscientes de todas las áreas adyacentes al sitio de construcción y tener en cuenta su función específica y necesidades de ventilación, al mismo tiempo deben implementar métodos de aislamiento para lograr una presurización negativa adecuada.
Un error común es usar salas de reuniones y no despresurizar adecuadamente el sitio de construcción, sin importar su fin es importante que tenga una presión relativa negativa y que los sensores de presión sean colocados en ubicaciones correctas, de esta forma podrán confirmar que el sitio tiene una presión diferencial con respecto a las áreas adyacentes.
Al realizar auditorías semanales se puede llevar un mejor control de la presurización, pero estos viajes tienen que ser dirigidos por un equipo multidisciplinario para reconocer los diversos riesgos que se encuentran en el sitio de construcción, en estos casos usar una lista de verificación clasificada por riesgo es clave para que los datos puedan ser rastreados y tendidos a lo largo del tiempo identificando las debilidades del programa.
Los riesgos se pueden clasificar en una variedad de parámetros como polvo, presión, temperatura, humedad, monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles, el secreto de un programa exitoso es establecer sus límites adecuadamente para evitar los cierres y retrasos costosos e inesperados del proyecto.
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Crecimiento de bacterias en sistemas de agua potable
La ventilación, sistemas de gases medicinales, aire acondicionado y tuberías de agua en hospitales deben ser cuidadosamente administrados para prevenir el crecimiento de bacterias como la “Legionela”, esta última se prolifera fácilmente en el agua que esta entre 68 a 124 grados F así como en el agua estancada, por esa razón las torres de enfriamiento, tanques de agua, duchas, grifos y los sistemas de agua condensada son ambientes perfectos para la proliferación de esta bacteria en especial.
Para evitar este problema las normas internacionales exigen establecer servicios de inspección que apliquen medidas de control validando y documentando que el programa de gestión en riesgos está funcionando, como parte de este programa los administradores de instalaciones sanitarias deben realizar un recorrido para identificar las ubicaciones de poblaciones en riesgo y crear un inventario actual en las torres de enfriamiento, tanques de agua y otros elementos.
Los tanques de almacenamiento son una de las estructuras que almacenan más agua estancada en hospitales, pero también deben tomarse en cuenta las zonas en renovación con acceso limitado y áreas donde los pacientes no utilizan rutinariamente las duchas o sumideros, además se debe implementar un programa de lavado en áreas con poco uso para prevenir el crecimiento de “Legionela” aunque en dicha ciudad se agregue cloro en los sistemas de agua potable.
Para prevenir el crecimiento de Legionela el agua fría debe almacenarse y distribuirse a menos de 68 grados F, en el caso del agua caliente se recomienda almacenarla a más de 140 grados F y distribuirla a más de 124 grados F, es vital aislar estas tuberías de agua caliente para evitar así que las líneas de agua fría no cambien su temperatura en ningún momento.
Al mismo tiempo las torres de enfriamiento deben ser inspeccionadas y limpiadas rutinariamente para prevenir el crecimiento de microrganismos y hongos, en estos casos se recomienda una frecuencia trimestral para las torres de refrigeración que funcionan a lo largo del año, y semestral para aquellas utilizadas sólo durante una parte del año.
El mantenimiento preventivo y óptimo incluye limpieza mecánica y desinfección, tanto la inspección como la limpieza física se recomienda porque las torres de refrigeración acumulan cientos de incrustaciones limitando la eficacia de algunos desinfectantes.
Contaminación de compuestos estériles en farmacias hospitalarias
No todos los hospitales a nivel mundial han adoptado regulaciones en cuanto a la composición estéril en farmacias internas, pero antes de pensarlo sus administradores deben determinar si es aplicable a su país, estado y condición actual en cuanto a espacios y presupuesto se refiere, por ejemplo en los Estados Unidos existe un convención farmacéutica que determina las directrices, procedimientos y requisitos de cumplimiento en cuanto a control de infecciones se refiere.
En este caso sus requisitos se enfocan en establecer y mantener un ambiente seguro para preparar los medicamentos que serán usados dentro y fuera del hospital, integrando áreas operacionales y separadas que tienen una antesala, zona de amortiguamiento y un control de ingeniería primario, de esta forma se establecen controles para limitar el potencial de contaminación.
Pocas personas saben que las farmacias dentro de los hospitales también están obligadas a certificar y probar la calidad del aire cada 6 meses, incluso deben usar compresores de aire grado médico para asegurar un ambiente estéril pensando en la relación de presión, flujo de aire y limpieza para mantener un espacio funcional.
Las farmacias que preparan medicamentos no peligrosos deben presurizarse positivamente en la antesala, de esta forma el corredor o espacio adyacente retendrá cualquier contaminante antes que de llegue a la farmacia como tal. En cambio las salas blancas donde se preparan medicamentos radio farmacéuticos son negativas a la antesala, lo que es positivo para la sala de preparación y espacios adyacentes, similar a las salas de preparación de drogas peligrosas como los medicamentos de quimioterapia.
Acciones relacionadas con las instalaciones
Los administradores de instalaciones necesitan evaluar y comprender los riesgos de infección y al mismo tiempo establecer programas para mitigar esos riesgos de manera efectiva. Las líneas abiertas de comunicación con otros departamentos son claves para reunir las áreas necesarias que desarrollen programas eficaces en control de infecciones.
Pensando en el riesgo que corren los pacientes, sus familiares, visitantes y todo el personal sanitario es vital mantener una presurización adecuada, activar un programa de mantenimiento preventivo para la Legionela y cumplir con las regulaciones relacionadas con el medio físico en farmacias. El administrador hospitalario es la persona que se encarga de planear las estrategias en control de infecciones, pero siempre necesitará ayuda del personal sanitario, coordinadores en control ambiental e incluso de los ingenieros y diseñadores si existe un proyecto de construcción en ese momento.
Muchos piensan que los hospitales están repletos de médicos, enfermeras y radiólogos pero se olvidan que detrás de ellos se encuentra una persona que administra, planifica y organiza muchas de las actividades que se llevan a cabo, aunque los administradores hospitalarios no tratan a los pacientes directamente estos se encargan de velar por su salud, experiencias dentro de las instalaciones y satisfacción al terminar su estadía.