A diferencia de los gases medicinales que normalmente se entregan a los hospitales en cilindros el aire medicinal se fabrica propiamente en el lugar, esto se consigue usando un compresor de aire grado médico que se conecta al sistema de tuberías por alimentación de las instalaciones.
Debido a la mala calidad del aire ambiental es importante recurrir a estos métodos por el bienestar de los pacientes, el aire medicinal es producido a partir de la mezcla de nitrógeno y oxígeno comprimido, debido al gran volumen de aire que se consume en los hospitales la vía más práctica y económica es producirlo en el lugar e invertir en compresores y bombas de aire grado médico, al mismo tiempo es un proceso bastante complejo desde la instalación hasta el mantenimiento porque el más mínimo error pone en riesgo a todos los pacientes, sus familiares y personal sanitario.
La mayoría de los profesionales involucrados no son conscientes de la complejidad de los sistemas que se utilizan para producir el aire medicinal, cuando en diferentes organizaciones a nivel mundial es catalogado como una droga fabricada, integrando complicaciones cuando su uso no se da de forma correcta, por lo tanto se hace vital comprender mejor este sistema incluyendo su propósito y funcionamiento de las piezas claves.
Este tipo de aire se utiliza para una variedad de aplicaciones en los pacientes, muchos de ellos son sensibles a la toxicidad del oxígeno y por eso se debe reducir su exposición al mismo, algunos tienen sistemas respiratorios extremadamente delicados o con condiciones que necesitan de una concentración pura que precisa el aire médico, un ejemplos claro de los pacientes que dependen de un suministro de aire fiable y de alta calidad son los recién nacidos y las personas que sufren de síndrome de depresión respiratoria.

ABC de los compresores de aire grado médico
Por otro lado este tipo de aire también se utiliza durante la anestesia como un sustituto para el óxido nitroso reduciendo la alta concentración a la exposición de oxígeno. Mientras que la fuente de aire médico puede ser un colector con un banco de cilindros de aire comprimido, la mayoría de los hospitales utilizan un sistema de compresor, al terminar de leer este artículo y la segunda parte entenderás mejor la instalación de compresores de aire grado médico desde la fuente hasta el paciente, ¿Te animas?
Comenzamos con la Fuente
El lugar más lógico para comenzar a aprender acerca del sistema de aire medicinal es el tubo de admisión del compresor, la ingesta normalmente se encuentra en el techo de las instalaciones y la ubicación de la toma tiene un impacto importante en la calidad del aire medicinal producido, además la ubicación, diseño y componentes de la toma de aire se describen en diferentes códigos a nivel mundial.
La mayoría de normativas universales concuerdan en que la toma se coloca al aire libre sobre el nivel del techo, a una distancia mínima de 10 pies (3 m) de cualquier puerta o ventana, además con una distancia mínima de 20 pies por encima del terreno.
Se deben integrar pantallas y otras protecciones contra la entrada de animales o agua, elaborados con materiales no corrosivos tal como el acero inoxidable, claro está la disposición varía dependiendo del espacio ahí es donde el trabajo de diseñadores e ingenieros cumple un papel fundamental.
En el caso que haya más de un sistema compresor en el hospital, es permisible unir las tuberías de los compresores a una misma admisión con un tamaño adecuado, sin embargo el diseño debe permitir que cada entrada del compresor pueda ser cerrada por la válvula de retención, brida ciega o tapón del tubo cuando uno de ellos se encuentre fuera de servicio, esto se hace para evitar que el aire ambiental mecánico ingrese al sistema desde el tubo abierto.
Un dato importante es evitar que el sistema se situé cerca de las instalaciones de calefacción o aire acondicionado, además tener sumo cuidado con su limpieza porque es posible la propagación de soluciones ácidas dando lugar a humo contaminado que será transmitido a todas las personas dentro del recinto hospitalario.
La calidad del aire varía de una región a otra e incluso con la proximidad de sus instalaciones, por ejemplo el aire en el techo de un hospital ubicado dentro de una gran ciudad no será tan puro como el de un hospital rural.
Sin embargo el aire de una instalación de zonas rurales puede ser contaminado por su proximidad a una carretera principal o la entrada de aire colocada demasiado cerca de salidas de escape del sistema vacío grado médico.
Esta última es una fuente poco común de contaminación bacteriana en donde los gases procedentes de los sistemas de vacío literalmente del alcantarillado pueden ser absorbidos por el tubo de admisión.
Llegamos al compresor de aire y su sistema
Filtro de entrada / Silenciador:
En pocas palabras el proceso del compresor es tomar ocho pies cúbicos de aire ambiente y depurarlos en un pie cúbico de aire comprimido, como resultado se concentran las partículas de polen, agua, monóxido de carbono y materiales degradados de motores por combustión interna u otros dispositivos de contención.
Por lo tanto es necesario disponer de métodos para eliminar la mayoría de contaminantes, el filtro de entrada o silenciador debe estar situado en el lado de la entrada del compresor de aire, algunos sistemas carecen de este filtro y es necesario comprar e incorporar uno de otra marca, su función principal es filtrar partículas gruesas del aire ambiente aspirado a través de la ingesta de malla que normalmente se encuentra en el techo, también actúa como silenciador para el compresor de aire reduciendo la contaminación acústica.
Continuamos con el compresor de aire y su sistema en general:
Su función es evitar la introducción de contaminantes, líquido en las tuberías o eliminar aceite en cualquier parte del sistema, la finalidad es que ninguno de estos componentes se mezclen con el aire medicinal ocasionando estragos en la salud de los pacientes.
Este sistema está destinado a producir aire exclusivamente para ser respirable y suministrado a pacientes por medio de dispositivos como: caudalimetros, máquinas de anestesia y ventiladores para cuidados intensivos, esto incluye también algunos instrumentos dentales y herramientas quirúrgicas de acondicionamiento neumático, el aire grado médico nunca debe ser utilizado para acciones de ingeniera, accionar puertas con principios neumáticos o necesidades de manteamiento y se encuentra reflejado en la ley de múltiples países.
Post-enfriadores:
En las plantas de aire más grandes los post-enfriadores son necesarios, ya que a través del proceso de compresión es posible que se caliente el aire conteniendo humedad, en este caso el mismo sería una especie de vehículo conductor para diferentes virus y patógenos indeseables, la función del post-enfriador es reducir la temperatura del aire después del proceso de compresión, esto da como resultado la precipitación de agua la cual es drenada hacia afuera del sistema por medio de trampas automáticas que terminan en secadores.
Receptor:
Este es un gran depósito de forma cilíndrica que almacena un volumen de reserva de aire comprimido para usar, permite que mientras se encienden y apagan los compresores este siga administrando aire de calidad, la mayoría de ellos integran válvulas de alivio de presión, medidor de presión y una trampa de agua con un drenaje automático.
Secadores de aire:
Son una parte esencial del sistema para eliminar el agua producida en el proceso de compresión que puede ser rico en humedad, existen dos tipos con tecnología refrigerante o desecante, los primeros intercambian aire-aire de calor al refrigerante, un separador condensado mecánico y un sifón de drenaje automático, mientras que los secadores desecantes utilizan un proceso de adsorción para eliminar el agua.
Filtros de línea finales:
Su función es evitar la introducción de partículas, aceite y olores al aire médico, algunos contaminantes pueden introducirse como hidrocarburos de fugas en los sellos de aceite, desbordamiento de los filtros sobrecargados y adherencias de corrosión de un receptor entre otro.
Reguladores de línea final:
Proporcionan una presión de operación para el aire en toda la instalación médica, considerando que las presiones internas son elevadas y necesitan de un regulador.
Válvulas de cierre:
Las válvulas de corte permiten que toda la fuente de suministro este aislada del sistema de tuberías, por lo tanto en caso de emergencias será posible cortar el suministro de aire sin ningún tipo de riesgo, en la mayoría de los casos se sitúan debajo de los reguladores de líneas finales, cada rama o zona lateral deberá estar provista de una válvula de cierre que controla el flujo de gases a las habitaciones de los pacientes de esa área.
Alarmas:
Es un interruptor de presión automático que se encuentra abajo de la válvula de cierre de la línea principal de suministro, es vital que sea una alarma visual y sonora para en dado caso indicar un aumento o disminución de la presión de la línea principal por encima o por debajo de la nominal.
Tuberías:
Se componen de cobre o latón sin ningún tipo de soldadura siendo resistentes a la corrosión, esto se debe a que se encuentran expuestas a la humedad y contaminantes atmosféricos, cuando se hace una buena elección de las mismas desde la planificación y diseño del hospital los costos se reducen exponencialmente ya que los recambios inesperados no serán necesarios.
Estación de Pacientes / salidas:
Las salidas de estación consisten en válvulas de retención primaria y secundaria que dan paso a las líneas de gas médico, serán diseñadas como gas especifico mediante el uso de tamaños o conexiones diferentes con claves señaladas para cada toma, las salidas se etiquetan con el nombre, símbolo químico y código de color para el gas suministrado.
Para finalizar uno de los elementos que deben estar siempre presente en los compresores de aire grado médico es el agua, ya que es el contaminante más común que se encuentra dentro del sistema causando daños costosos a equipos secundarios.
A diferencia de las partículas esta puede pasar por los filtros y hacer su camino entre los ventiladores, máquinas de anestesia y otros equipos para hospitales, lo peor del caso es que muchos no son reparables o requieren de revisiones completas que ameritan cifras impresionantes de dinero, sin hablar del crecimiento bacteriano que empeora el cuadro clínico de los pacientes.
Otro componente silencioso que daña la mayoría de compresores es el aceite, este proviene de la instalaciones de piezas nuevas aunque actualmente está saliendo al mercado una nueva tecnología libre de aceite, la arena, suciedad e insectos son algunas de las cosas que se han encontrado en las líneas de compresores de aire grado médico, así que las próximas mejoras en estos equipos están dirigidas a los intrusos que interfieren en su buen funcionamiento.