Los gases medicinales actualmente son considerados como medicamentos de prescripción médica, y se consideran como tales porque deben tener características específicas para que puedan entrar en contacto con el organismo de los seres humanos.
Lo mismo ocurre cuando se trata de lo que se conoce como diagnóstico “in vivo” y para la conservación de células, órganos y/o tejidos destinados a cualquier tipo de trasplante, en el caso en que los gases entren en contacto con ellos..
Al ser considerados medicamentos de prescripción, los gases para uso médico están sujetos a leyes y normativas oficiales que deben ser rigurosamente cumplidas en todas y cada una de las etapas de fabricación, tales como el envasado, la distribución, el almacenamiento, las redes de distribución hospitalaria, y su manejo en general.
Desde el principio hasta el final los gases de utilización médica deben ser vigilados, controlados, administrados y aplicados con la misma meticulosidad que cualquier tipo de medicamento.
Los gases médicos de mayor utilización en el ámbito hospitalario
Los gases medicinales que se utilizan con mayor frecuencia en clínicas y hospitales son:
- Oxígeno
- Aire
- Óxido Nitroso
- Vacío
Todos estos gases son utilizados principalmente para suministrarlos directamente a los pacientes, por lo regular en terapia respiratoria, ventilación mecánica, administración de medicamentos para inhaloterapia, etc. Esto implica la necesidad de redes de tuberías para una distribución eficiente y oportuna, que ofrezca las todas las condiciones necesarias para su distribución y uso en completa seguridad.
En el caso de terapias respiratorias es muy frecuente la utilización de aire, que es simplemente aire ambiental, pero para ello debe estar filtrado de tal forma que llegue al paciente sin partículas ni impurezas de ningún tipo, que puedan afectarle.
Es utilizado generalmente para administrar alguna clase de medicamento que se necesite enviar directamente a los pulmones por lo que debe ser mediante inhalación. Regularmente esto se hace conectando el aire a un nebulizador que transforma el líquido en vapor que pueda ser inhalado.
De ahí que el aire deba llegar a la toma completamente limpio.
El uso y manejo de gases medicinales es sumamente delicado por lo que todos y cada uno de los pasos, como se ha mencionado antes, tienen que ser cuidadosamente monitoreados para que que cumplan con todos los lineamientos establecidos en la normativa oficial vigente.
Normas y requisitos van encaminados a que tanto los gases como las redes de suministro y/o distribución garanticen que los diferentes gases van a llegar a su destino final, que es el paciente, sin contaminarse en el camino, ya sea por partículas, bacterias, o cualquier otro tipo de impureza.
Tales son los motivos de se haga necesaria una absoluta garantía, no solamente sobre las instalaciones de la clínica u hospital, como es el caso de válvulas, tuberías, conectores, reguladores, manifolds, compresores, tanques de almacenamiento, llaves de entrada y salida, sino que también debe seleccionarse cuidadosamente su procedencia, es decir distribuidores y/o fabricantes que a su vez deben también cumplir con las disposiciones que se estipulan.
Cómo garantizar una correcta distribución de los gases de uso médico
La calidad y la pureza de los gases de uso médico es algo que se debe monitorear constantemente ya que pueden presentarse alteraciones que afecten las especificaciones de calidad.
Por ejemplo en el caso del oxígeno el contenido administrado puede alterarse afectando la salud del paciente.
Por lo tanto no basta con solicitar que las empresas proveedoras de gases medicinales demuestren contar con las certificaciones correspondientes sobre la producción y distribución de los mismos, sino que dentro de cada institución debe también existir un constante control, monitoreo y mantenimiento de absolutamente todos los componentes que integran las redes de distribución de los diferentes gases.
Redes de distribución de gases de uso médico
El diseño de una red de distribución de gases médicos debe ser algo cuidadosamente diseñado para a la vez optimizar su funcionamiento y cumplir con las reglas de seguridad en cuanto a la construcción y equipamiento de este tipo de edificaciones.
Los planos deben estar disponible siempre que sean requeridos, ya sea por parte de los equipos de mantenimiento, por inspectores, autoridades, seguridad, etc. Pero como la seguridad de los pacientes y del hospital en general, está de por medio, su acceso debe ser restringido y estrictamente controlado, y en su composición no deben utilizarse más que materiales y componentes de primerísima calidad.
Las áreas de almacenamiento deben contar con espacios bien definidos para las unidades en uso, cilindros llenos, cilindros vacíos en condiciones de operar, cilindros defectuosos, etc.
Las tuberías deben estar siempre en óptimas condiciones así como válvulas, conectores y otros aditamentos.
Las tomas de los diferentes gases medicinales, por motivos de seguridad que no hace falta explicar, deben estar bien identificadas con símbolos, etiquetas, y/o colores correspondientes a cada tipo de gas.
Generalmente son colores que universalmente se identifican con cada tipo de gas, para evitar cualquier tipo de confusión.
Una importante medida de seguridad para evitar el cruzamiento de gases dentro de una misma red de distribución es que las roscas de coples y conectores son específicos para cada tipo de gas, de tal forma que no es posible equivocarse al colocar las tomas.
Acudir con los especialistas es la mejor forma de que al llegar la hora de obtener las certificaciones requeridas, se cumpla con los requisitos legales y por supuesto también con los técnicos y de calidad exigidos por las dependencias oficiales.